Los senadores tienen absoluta independencia y autonomía para viajar
Los senadores tienen absoluta independencia y autonomía para viajar y sus desplazamientos no están sometidos a ningún tipo de control ni de sus respectivos grupos parlamentarios ni del Senado, que les cubre los gastos de transporte en avión, tren, autobús o barco.
En general, ningún grupo parlamentario decide a dónde viajan sus miembros ni tampoco les exige autorización previa, porque, según coinciden en apuntar a Efe, “se presupone su honestidad”. Además, se entiende que los desplazamientos forman parte de su cometido como representantes territoriales y su limitación supondría coartar su actividad parlamentaria.
El control de los viajes de los senadores se ha puesto en cuestión en las últimas horas tras las informaciones publicadas sobre los desplazamientos “privados” que supuestamente hizo a Canarias el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, durante su etapa como senador.
El PP, que no ha querido precisar cómo se organizan los viajes de sus senadores, ya aseguró este jueves que Monago viajó a Canarias en representación del grupo, que le tenía asignadas labores de apoyo en Andalucía y Canarias, además de en su propia comunidad autónoma.
En otras formaciones, como el PSOE, sólo viajan los miembros de la dirección del grupo, integrada por un portavoz, un secretario general y tres portavoces adjuntos.
La nueva dirección del grupo no ha realizado ningún viaje desde que inició su mandato en septiembre. Del resto de senadores socialistas, los únicos viajes que costea el Senado son los que realizan para ir y venir de sus circunscripciones electorales para asistir a plenos y comisiones.
Aunque a los senadores de la Entesa, integrada por PSC e ICV, tampoco se les ha pedido nunca rendición de cuentas ni se planifican sus viajes, fuentes del grupo han asegurado que resulta muy sencillo conocer sus desplazamientos, ya que los gestionan a través de la secretaría de la formación.
En el Congreso, fuentes del grupo popular han asegurado a Efe que habitualmente cada diputado informa previamente a la partido de su actividad parlamentaria, aunque no existe un protocolo exacto de control de estos desplazamientos, que se tramitan directamente con la agencia de viajes de la cámara.
En el PSOE, tampoco hay una norma que obligue a sus diputados a justificar sus viajes ante la dirección del grupo, han informado fuentes socialistas. El único control que se lleva es la publicación de los actos en los que participan los diputados en las diferentes ciudades en la agenda que el grupo socialista y el partido facilita a los medios.
Izquierda Plural destaca que los viajes de sus diputados se realizan siempre en función de sus atribuciones en el grupo parlamentario, que al ser muy reducido en su composición son bastantes amplias para cada uno de ellos. Resaltan que el Congreso sólo paga los billetes, nunca dietas ni alojamientos, que únicamente corren a cargo de la Cámara cuando se trata de viajes organizados por el propio Congreso, casi siempre al extranjero.
Además, los diputados de IU han dado la orden a la agencia de viajes para desplazarse siempre en clase turista, aunque reconocen que debido al convenio especial con el que cuenta la Cámara en ocasiones resulta más barato ir en una clase superior.
La agenda oficial de los diputados de UPyD es pública y así puede consultarse en su página de internet, destaca este grupo parlamentario, que añade que sus viajes son abonados por el Congreso únicamente cuando forman parte de la actividad parlamentaria y no privada o de partido, salvo cuando los desplazamientos son para ir o volver de sus circunscripciones.
Tanto el Congreso como el Senado tienen establecido un régimen económico para el transporte de los parlamentarios. El Senado cubre los gastos de transporte, que abona directamente a la empresa transportista o lo reembolsa previa presentación de factura, así como los gastos derivados del aparcamiento en las estaciones de tren y aeropuertos.
Sin embargo, en el Congreso no existe la posibilidad de presentar factura, sino que el billete lo paga directamente la agencia de viajes, en este caso El Corte Inglés.
La única excepción es el uso del propio automóvil, en cuyo caso y previa justificación, se abona 0,25 euros por kilómetro. La misma cantidad reciben los senadores que utilicen su vehículo para sus desplazamientos a la cámara.
Tanto diputados como senadores reciben además una “tarjeta-taxi” personalizada con un crédito máximo anual de 3.000 euros, válida para cubrir sus desplazamientos en la ciudad de Madrid.
En el caso de los viajes al extranjero en el marco de delegaciones internacionales, los parlamentarios de ambas cámaras vuelan siempre en clase preferente, salvo que la compañía aérea no disponga de plazas, mientras que si viajan en tren, lo hacen siempre en clase club o similar.
Precisamente, las Cortes Generales y el Congreso han sacado a concurso el contrato de agencia de viajes, actualmente adjudicado a El Corte Inglés, con un presupuesto máximo de licitación de algo más de 7,4 millones de euros sin IVA para los próximos cuatro años.
Por su parte, el Senado ha convocado su propio concurso, aunque con una cantidad indeterminada, ya que “la facturación que realice el adjudicatario dependerá de los servicios de gestión y asistencia técnica que demanda la cámara”, según establece el pliego de condiciones.