Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

Nada más y nada menos

José Miguel González Hernández

Les voy a contar una historia: érase una vez una persona que se encontraba viajando en globo cuando un repentino y fuerte viento lo desvió de su rumbo de manera que se terminó por perder, no teniendo ni idea de dónde se ubicaba. En ese momento decidió perder altura hasta encontrar alguna referencia válida. Mientras lo hacía pudo divisar a otra persona caminando sobre la tierra, de forma que le pudo preguntar.

- Disculpe -gritó-. ¿Puede decirme dónde estoy?

- Está usted en un globo -le respondieron desde abajo.

Cara de sorpresa se le quedó ante tal respuesta, por lo que volvió a preguntar desde el globo.

- Pero oiga, ¿es usted economista?

- Claro, ¿cómo lo ha sabido? -le respondió con un nuevo interrogante.

- Porque su respuesta es perfectamente correcta, pero del todo inútil -sentenció,

Bromas aparte, la economía, al ser ciencia social, no está parametrizada sobre conceptos matemáticos exactos de forma infalible ni sobre los aspectos de los que se investiga. Lo cierto es que establece escenarios prospectivos de probabilidad para que los diferentes agentes económicos y sociales adapten sus expectativas, bien para beneficiarse de los efectos positivos o bien para evitar los negativos. De esta forma, muchas veces no sucede lo que se había previsto, justamente porque la información hace que no ocurra. O que ocurra en otra dimensión.

Pero el chiste también está contextualizado por el valor que tiene la geografía en el proceso de toma de decisiones, porque no es tan importante la ubicación sino el uso que se hace de ella. Por esto, una vez superada la imagen de instrumento de expansión, es necesario apostar por identificar el carácter propio de las regiones para estudiar los factores que provocan tales variaciones y proporcionar un marco donde sintetizar el estudio de los aspectos no solo físicos desde una perspectiva determinista, sino económicos y sociales como visión posibilista.

En estos momentos, no podemos consentir que El Lazarillo de Tormes sea quien describa nuestra idiosincrasia porque la evolución de las sociedades está condicionada por sus aparentes límites, algunos de los cuales han sido impuestos, pero otros se han manufacturado con ideas propias.

En el caso de Canarias, hay obstáculos físicos estructurales, como es la lejanía y la insularidad, pero salvables desde el punto de vista de los marcos institucionales regulatorios. Es por ello que haberse dotado de un Régimen Económico y Fiscal que consolida la expansión económica y social del archipiélago, junto a un Estatuto de Autonomía con altas capacidades de autogobierno, permite, más allá del reconocimiento explícito como región ultraperiférica dentro del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, generar, no unas dádivas otorgadas por la bondad del reinado de turno, sino la compensación de unas realidades que, en todo proceso de cohesión económica y social, deben estar garantizadas.

En definitiva, aquellos pensamientos que pudieran ofrecerse a la hora de intentar plantear una clase hegemónica donde se imponen unas formas de estructuración y jerarquización sociales, se encontrarán con una sociedad que solo quiere que se le respeten sus valores democráticamente alcanzados. Nada más. Y nada menos.

Sobre este blog

Espacio de opinión de Tenerife Ahora

Etiquetas
stats