Frutos del trabajo y el diálogo

Dos noticias de distinta índole pero un mismo cariz positivo han centrado la actualidad municipal en esta semana. De una parte, hemos tenido ocasión de presentar los resultados de un informe técnico -de carácter externo- que mide el efecto de la Sociedad de Desarrollo sobre la economía municipal, acreditando que por cada euro invertido por esta entidad, la capital lo multiplica por 10,8 euros en términos de impacto económico.  

Además de transparentar su gestión, dando cuenta al contribuyente del resultado de la gestión efectuada por una entidad pública como la indicada, apreciamos también su alta rentabilidad para la economía local. En concreto, la Sociedad de Desarrollo genera 2,2 millones de euros por efectos directos y alcanza los 23,1 millones por efectos indirectos, tanto originales como inducidos.

Entre estos últimos sobresalen los generados por la realización de eventos comerciales (seis millones), seguidos por otros en materia de empleo (5,1 millones) y de la actividad en torno a las producciones audiovisuales desarrolladas en nuestra capital (4,2 millones), dada la experiencia y aprovechando los incentivos fiscales creados a este efecto, en vigor desde hace dos años. Resulta asimismo relevante el cálculo de los efectos de la implantación y empleo de la marca turística Santa Cruz, el corazón de Tenerife (3,2 millones) y del impacto de las acciones desplegadas en el área empresarial (2,8 millones).

Con toda la importancia que sugieren estas cifras, llama poderosamente la atención el reflejo que tiene esta actividad de la Sociedad de Desarrollo en el apartado del empleo, como se acredita con los 2.567 puestos de trabajo creados en el municipio. Se trata de un dato muy elocuente en la defensa que venimos haciendo acerca de la necesidad de adquirir un protagonismo mucho mayor en el futuro respecto a las políticas activas de empleo que gestiona el Gobierno de Canarias.    

La otra noticia a la que deseo referirme tiene que ver con la celebración en la ciudad, en septiembre de 2018, del Campeonato del Mundo femenino de baloncesto, en lo que será el acontecimiento deportivo más importante que hayamos acogido nunca, por encima incluso del Mundial masculino de 1986.

Además de sentirme muy feliz por haber alcanzado el objetivo que nos habíamos propuesto, he de mostrar el agradecimiento a todas las instituciones implicadas (Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de La Laguna), igual que -de manera especial- a la Federación Española de Baloncesto, por su generosidad a la hora de atender nuestra petición de rebajar las exigencias técnicas necesarias para su celebración en la isla.

Siempre he creído en el valor del diálogo. Hablando en torno a una misma mesa, estábamos obligados a agotar todas las posibilidades para alcanzar un desenlace satisfactorio, que pasaba también por ser capaces de ceder en algo para lograr un acuerdo común. El beneficio social y económico para Santa Cruz y La Laguna se extenderá, también en lo deportivo, a toda la isla y el Archipiélago.

La realización de obras de mejora en el Pabellón Municipal de Deportes, que habremos de realizar con celeridad, incrementará sus prestaciones futuras de manera considerable, para bien del conjunto de sus usuarios. Todo ello, además, en coincidencia con la modernización integral del entorno de este pabellón, donde el Ayuntamiento invertirá en los próximos años cerca de 16 millones de euros, en sus diferentes instalaciones polideportivas.

Ha querido el azar que estas noticias satisfactorias coincidan en el tiempo con la celebración de una de las festividades más relevantes de la ciudad, alrededor de la Gesta del 25 de Julio de 1797. La conmemoración de los 220 años de aquella fecha trascendental en nuestro devenir histórico refuerza, si cabe, el orgullo de los chicharreros por quienes glorificaron a Santa Cruz desde su defensa ante el ataque invasor, todo un acicate en su presente y futuro.     

*Alcalde de Santa Cruz de Tenerife