Grecia si es España, Syriza si es Podemos

La victoria de Syriza en las elecciones griegas es, sin duda, el punto de partida del cambio que Europa necesita para salir de la crisis. Hastiados de ese austericidio que estaba ahogando a su país, los griegos han votado por una nueva concepción de su modelo económico y un rotundo no a las políticas de continuos recortes. Por contra, desde la óptica de la troika, este cambio de rumbo en Grecia se ve como una amenaza para la estabilidad en el seno de la Unión Europea.

Y no les falta razón. El triunfo de Alexis Tsipras en los comicios griegos supone un cambio en la concepción del modelo común europeo tal y como se había planteado hasta ahora, o al menos aquel que nació con el Tratado de Maastricht y que confirmó los principios neoliberales de una regulación financiera que se reveló en contra de los ciudadanos.

Es absurdo pensar que un Estado progresivamente empobrecido como Grecia, con una recesión sostenida y con un PIB en continua caída, pudiese hacer frente a una deuda que en la actualidad duplica su Producto Interior Bruto, y era eso precisamente lo que pretendían Merkel y compañía.

Pero que nadie se alarme; la subida al poder de Syriza no supone la salida de Grecia del Euro ni de la Unión Europea, por mucho que agoreros y alarmistas quieran hacer sonar las trompetas de Jericó. Ahora bien, con la llegada de esta formación al poder, se abre un nuevo tiempo en el viejo continente, donde la redistribución de la riqueza y los principios de igualdad primarán por encima de los intereses financieros.

No obstante, hay algo más en la victoria de Tsipras, algo que sobrepasa lo meramente económico. No en vano, los griegos necesitaban recuperar su autoestima colectiva, necesitaban recuperar la ilusión, la creencia en que desde su modestia pueden ser grandes. El pueblo heleno respira ahora esperanza, cambio y optimismo, y eso era justo lo que necesitaban. Porque la economía también es un estado de ánimo.

Si esta situación la trasladamos a nuestro país, Podemos encarna los valores, los principios y ese soplo de aire fresco que España necesita. Porque aquí también hemos sufrido en primera persona el azote de la crisis y un rescate encubierto que algunos se empeñan en negar.

Podemos debe ser la “Syriza española”. Porque es necesario que se rescate antes a los ciudadanos que a los bancos y que por encima del pago de la deuda esté el mantenimiento de los derechos sociales. Porque en este caso, Grecia si es España, y Syriza si es Podemos.