El Cabildo de Tenerife propone ahora implantar un tren elevado para el norte de la isla
El Cabildo de Tenerife convocará antes de que finalice 2024 un “concurso internacional de ideas” para implantar un tren elevado para el norte de la isla, que circule por encima de la autopista y no consuma más territorio.
Así lo ha anunciado la presidenta del Cabildo tinerfeño, Rosa Dávila, en el debate sobre orientación general de la política insular celebrado este viernes.
El proyecto para implantar trenes en Tenerife, tanto en el norte como en el sur, tiene una coste estimado de más de 2.500 millones de euros y por ahora no cuenta con financiación, hasta tal punto que el Gobierno canario ha propuesto fraccionar su construcción.
Sin embargo, Dávila ha recalcado que la convocatoria del concurso internacional, cuyo coste no ha precisado, pretende ser “el punto de partida de un proyecto ferroviario vanguardista de última generación”.
“Pensemos a lo grande y para el futuro: soluciones elevadas, que transcurran por encima de la autopista sin consumir más territorio, trenes monorraíles suspendidos u otras tantas soluciones que ya existen y funcionan en Japón o en China”, ha dicho.
Rosa Dávila ha hecho un alegato en favor de la implantación del tren, “un transporte puntual y limpio”, tanto para el norte como para el sur de la isla, pese a que el Plan Insular de Movilidad Sostenible de Tenerife elaborado por el propio Cabildo insular en la pasada legislatura priorizaba los carriles bus y relegaba los trenes a un segundo plano. Dicho documento analizaba 17 alternativas que incluían infraestructuras de transporte a estudiar por el Cabildo y concluyó que la más idónea es la que planteaba hasta tres vías exclusivas para guaguas, aparcamientos disuasorios y ampliación del tranvía, no trenes.
Dávila insiste en este proyecto de elevado coste y ha señalado que el trayecto entre San Isidro y Costa Adeje sería “el tercer sistema ferroviario más importante de toda España sólo por detrás de Madrid y, escasamente, de Barcelona”, dando servicio a dos comarcas entre las que se mueven diariamente 500.000 personas.
Para esto, ha proseguido la presidenta del Cabildo, “es indispensable que Tenerife esté dentro de la Red ferroviaria de Interés General, para acceder a financiación estatal y europea”.
Ha destacado que, en menos de un año, el equipo de gobierno que preside ha mantenido una reunión política “al más alto nivel” con el ministro de Transportes, además de varias reuniones de seguimiento junto a la Secretaría General de Ferrocarriles y el Gobierno de Canarias, y ha añadido que en los próximos meses acudirán a Bruselas para procurar su financiación.
Rosa Dávila ha apelado a “un gran pacto por la movilidad” en Tenerife, pues “uno de los grandes desafíos” a los que se que enfrenta la isla es resolver las dificultades de movilidad y transporte arrastrados durante años. Las causas de estos problemas se encuentran en el aumento poblacional y de visitantes en un territorio limitado geográficamente, pero por ahora ninguna de las propuestas del Cabildo se dirigen a atajar esos frentes.
Dávila ha hecho hincapié en que cada día se realizan cerca de tres millones y medio de desplazamientos en la isla, el 93% por residentes que van a trabajar, estudiar o al médico [los hospitales del norte y del sur de la isla siguen sin cartera completa de servicios].
Más de un millón de estos desplazamientos, ha abundado, ocurren entre los municipios del área metropolitana.
A su vez, hay más de 150.000 viajes diarios a través de la TF-5 conectando el norte con la capital, y casi 700.000 desplazamientos entre las comarcas del Suroeste y Abona. La mayoría se produce en vehículos privados ocupados por una sola persona, “un modelo ya obsoleto en Europa”, ha dicho.
Dávila ha llamado a “cambiar nuestra forma de movernos” con el objetivo de reducir el número de coches en circulación y de “arañar minutos en cada desplazamiento aplicando muchas soluciones que no se habían puesto en práctica nunca, que analizadas una a una pueden parecer poco, pero que, todas juntas, funcionarán”.
Cabe recordar que Rosa Dávila prometió en campaña electoral que acabaría con el problema de las colas en Tenerife en solo 90 días, para después matizar que se trata de un problema “complejo”.
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