La atmósfera del Atlántico Norte, afectada por emisiones de África y América, según un estudio tinerfeño

Emisión de gases a la atmósfera, en una imagen de archivo

EFE / Rubén Darío García León

Santa Cruz de Tenerife —

La composición de los aerosoles orgánicos en la alta atmósfera del Atlántico Norte está afectada por las emisiones que se producen en África y América del Norte, según un estudio del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Tenerife).

El estudio forma parte la tesis doctoral de María Isabel García, quien ha explicado a EFE que se trata de uno de los trabajos con los que se busca conocer el origen de los aerosoles orgánicos en las partes altas de la atmósfera.

Esos aerosoles orgánicos influyen en el clima, pues actúan como núcleos de hielo, es decir, son sustancias necesarias para que se formen nubes de hielo, tales como los cirros, ha explicado María Isabel García.

Los aerosoles atmosféricos, que son pequeñas partículas sólidas que flotan en el aire y unas diez veces más pequeñas que un cabello humano, existen de manera natural en forma de polvo desértico y sal marina, entre otros elementos, y juegan un papel importante en la variabilidad climática.

El problema aparece cuando las acciones del hombre añaden una cantidad extra de aerosoles, pues algunos procesos del clima se pueden ver afectados.

La alta atmósfera (troposfera libre) del Atlántico Norte está afectada por dos corrientes de aire, una de las cuales es la sahariana, que fluye desde África hasta América del Norte a latitudes tropicales y subtropicales, pasando sobre Canarias a entre uno y cinco kilómetros de altitud, durante el verano.

Más al norte está la corriente del oeste, que fluye en sentido opuesto desde América del Norte hacia Europa a latitudes subtropicales y medias, y Canarias tiene una posición privilegiada, pues se encuentra afectada por ambas corrientes, ha señalado María Isabel García.

En el estudio presente se obtuvo que en la capa de aire sahariano los aerosoles están compuestos principalmente por polvo desértico (93%), mientras que contaminantes de origen sobre todo industrial como sulfatos, nitrato y amonio representan el 5% y los aerosoles orgánicos de origen hasta ahora desconocido, el 1,5%. Los aerosoles orgánicos son más abundantes en la corriente del oeste, donde representan un 28% del total de los aerosoles.

En la capa de aire sahariano al menos la mitad de los aerosoles orgánicos tiene un origen natural, como suelos y vegetación, mientras que el resto proviene de actividades humanas, como el uso de combustibles fósiles y el tráfico rodado.

En muestras recogidas en la corriente del oeste se midieron compuestos relacionados con la quema de biomasa en incendios que tienen lugar en América del Norte, generalmente en verano, ha señalado María Isabel García.

El grupo de investigación identificó tres fuentes principales de aerosoles orgánicos: restos vegetales mezclados con el polvo del desierto, combustión y quema de biomasa.

Estudios anteriores, llevados a cabo por el mismo grupo de investigación, habían identificado a las emisiones industriales de Marruecos, Argelia y Túnez como una fuente de aerosoles de sulfato, amonio y nitrato transportados en la capa de aire sahariano.

El conocimiento de la composición, origen y fuentes de los aerosoles es fundamental para poder evaluar los posibles impactos en el clima y la salud humana.

Este estudio ha sido realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, mediante mediciones en el Observatorio de Izaña, en Tenerife, dentro de los proyectos Aeroatlan y Teaparticle, cofinanciados por el Ministerio de Economía y mediante fondos Feder.

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