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Un bulo y un fallo de coordinación movilizan a 200 jóvenes en el Santiago Martín para intentar vacunarse en Tenerife

Menores de 30 años esperan fuera del Santiago Martín este domingo

Andrea Domínguez Torres

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Noelia Guerra Fumero, de 23 años, tenía cita para la vacuna contra la COVID el próximo 19 de julio. Sin embargo, en la mañana de este domingo, un mensaje en Twitter la llevó a probar suerte en el Santiago Martín. Este espacio fue preparado por la Consejería de Sanidad para inmunizar a las personas de entre 40 y 59 años, sin necesidad de cita previa entre las 9.00 y las 21.00 horas de este domingo. Para esta sesión, desde el Ejecutivo canario se distribuyeron 8.400 dosis para Tenerife y otras 8.400 para Gran Canaria, de la vacuna Janssen, de vector vírico. Además de las vacunas pautadas para las personas con cita. Hasta ese momento, esa era la idea emitida desde la máxima autoridad autonómica. Pocas horas después, decenas de jóvenes que alcanzaban la veintena de edad habían sido vacunados y lo hicieron público en redes sociales, mientras unos supuestos audios del personal sanitario del interior animaban a acudir al lugar. Como respuesta, cerca de doscientos jóvenes se acumularon en las puertas del pabellón, conocido popularmente como La Hamburguesa.

A las 9 de la mañana, Sanidad lanzó un mensaje por redes sociales animando a la población solo entre 40 y 59 años a acudir al recinto sin necesidad de cita. Hasta el momento, otra jornada más de vacunación masiva que no se diferenciaba de las anteriores con un grupo de edad específico: adultos mayores de 40 años. Noelia Guerra estaba en su casa, pero decidió desplazarse hacia el recinto alentada por un mensaje no oficial. La joven afirmó que desde el interior del Santiago Martín los sanitarios alertaban de la poca afluencia del grupo de edad previsto y pedían la asistencia de mayores de 20 años. A partir de ahí, se desplazó hasta el lugar, pero no fue la única. “A las 12.12 entré por la puerta A del recinto y a las 12.25 me estaban vacunando”, declara la joven a Canarias Ahora.

“Cogí un taxi para ir más rápido, porque sabía que iba a ser algo puntual debido a la difusión que iba a tener esto”, confiesa. Cuando Guerra llegó al Santiago Martín, según relata, un segurita alentaba a los jóvenes a vacunarse, cuando estos le preguntaban si también podían acceder. “Todos los que tengan más de 20 años entren, venga, rápido”, dijo el segurita según relata Guerra. Una vez dentro, le preguntaron si tenía otra cita y la cancelaron. En su lugar, le dieron un papel que indicaba la fecha para la segunda inyección y la dosis que le habían puesto. Tanto Guerra como su pareja, que fue el último veinteañero al que le inocularon una dosis este domingo, recibieron la pauta de Moderna. Durante su vacunación, y siempre según el testimonio de Guerra, la supervisora de las enfermeras seguía repartiendo dosis de Moderna, pero advertía de que no permitiría la entrada a más jóvenes. De acuerdo con su versión, la orden era distribuir las dosis que quedaban entre los que estaban ya dentro del espacio. “Mi novio llegó un poco más tarde y le comuniqué que fuera rápido”, narra.

Tras los 15 minutos de espera después de la vacuna, Guerra abandonó el recinto. A las 12.45 ya había cumplido la pauta y recorría los alrededores del pabellón. En ese mismo momento, decenas de jóvenes que habían sido alertados por redes sociales hacían cola en la zona. “El Gobierno de Canarias sacó un comunicado diciendo que no era verdad que se estuviera vacunando a personas entre 20 y 29 años en el mismo momento en el que yo estaba recibiendo la primera dosis”, señala Guerra. Cerca de las 12.00 horas, Sanidad aseguró que no estaban vacunando sin cita en el Pabellón Santiago Martín a personas de 20 años. En este punto, pedía informarse solo por fuentes oficiales. “Hubo una contradicción entre el personal sanitario del Santiago Martín y las fuentes oficiales del Gobierno de Canarias a través de Sanidad”, señala Guerra.

Jóvenes no vacunadas por cuestión de minutos

A las 11.30, Javier (nombre ficticio), un joven de 20 años, recibió una dosis de Moderna y luego alertó a sus amigas para que acudiesen a vacunarse. Ambas viven en La Laguna, así que tardaron unos minutos en presentarse en este espacio ubicado en el municipio. Javier, ya vacunado, espera junto a Isamar (21 años) y Lucía (20). Con media hora de diferencia entre la llegada de Javier y la de estas dos chicas, desde el recinto impiden la vacunación de ellas. A pesar de la negativa, los tres junto a otros grupos de jóvenes esperan una explicación o que la situación cambie.

En el acceso 4, también espera una mujer de 25 años. Desde Tacoronte, llegó al lugar motivada por un audio enviado por supuestos sanitarios desde dentro del recinto: “Primero me dijeron que se vacunaba por rango de edad, personas de 30 años en adelante y luego subieron a 40”. Aunque Sanidad tacha de bulo estas informaciones, muchos jóvenes inoculados a lo largo de la mañana contradicen su versión y afirman que muchos enfermeros pidieron que corrieran la voz entre los más jóvenes.

Intervención de la Policía Nacional

Entre las 10.00 y las 14.00, los supuestos audios de sanitarios y las imágenes de vacunados dieron la vuelta a la isla y atrajeron a personas del área metropolitana pero también del sur y el norte, algunos hicieron trayectos de una hora para llegar hasta el pabellón. Todos habían sido alertados por amistades o por mensajes en redes sociales de conocidos que ya habían recibido la primera dosis de Moderna. Josué, de 27 años, y su hermana salieron a las 12.00 desde el sur de la isla. En su caso recibieron un mensaje que se atribuye supuestamente al director encargado de la vacunación del Santiago Martín: “Que todas las personas menores de 20 años acudan al Santiago Martín a vacunarse aunque tengan cita otro día”. “Nosotros recibimos el mensaje a las 10, pero decidimos subir más tarde. Cuando llegamos la gente decía que si tenías menos de 30 años no te iban a vacunar”, relata Josué a este periódico. El joven estima que en ese momento había aproximadamente 200 personas de una veintena de edad esperando en el exterior. “Nos acercamos a la puerta y nos dijeron que no nos íbamos a vacunar, nadie entendía nada y luego llamaron a la Policía Nacional”, así transcurrió el mediodía en esta jornada de vacunación masiva.

Después, diversas personas afirman que los agentes amenazaron con pedir los documentos de identidad por presuntamente estar aglomerados a las puertas del pabellón, por lo que la mayoría abandonó el lugar. Algunos rezagados volvieron poco después de esta dispersión porque habían hecho trayectos muy largos para llegar hasta ahí. Sisto Yéremy Méndez padece hiperplasia suprarrenal congénita y es uno de los jóvenes que se desplazó desde el sur de Tenerife hasta el Santiago Martín para recibir la vacuna. Sin embargo, a partir de las 14.00 y por mandado del Gobierno de Canarias se cerró el paso a toda persona menor de 40 años, si no tenían cita previa. “La vacunación sin cita es solo para personas de 40 a 59 años que no están vacunadas”. Desesperanzados y cabreados, “llevamos horas esperando a que salga el jefe de Sanidad y que al menos dé la cara”. Ambos estuvieron tres horas sentados en las escaleras del recinto a la espera de una solución o una explicación. “Hoy se ha vacunado a mayores de 20 años y estamos así por eso”.

“Nuestra orden es que se vacune entre 40 y 59 años, esa es la orden y la pauta”

A las 16 horas quedaban en torno a 40 personas de este grupo de edad esperando para ser inmunizadas. “Somos cuatro gatos y llevamos horas esperando, aún así no nos van a vacunar”, asevera una joven cansada de esperar. Durante una hora, las colas en la puerta 4 de acceso al lugar solo eran de una decena de personas, pero entradas las 17 horas, comenzaron a llegar más y la cola fue creciendo. En la puerta principal, un trabajador de seguridad preguntaba a los asistentes si tenían o no cita y su edad. Todos los que no encajaban en el criterio, fueron descartados al llegar al filtro de seguridad. Junto este trabajador, en otra puerta abierta se apelotonan algunos jóvenes. Una sanitaria, médica del Hospital Universitario de la Candelaria, responde con paciencia y serenidad a sus dudas. “La orden que tenemos es que no se vacune a nadie sin cita por debajo del grupo de edad”, sentencia.

“Nuestra orden es que se vacune entre 40 y 59 años, esa es la orden y la pauta”. Esta sanitaria declara a Canarias Ahora que desconoce el audio que ha promovido este descontrol, pero que si hay personas del interior que han alentado a la vacunación de menores de 40 años sin cita “se abrirá el expediente correspondiente”. Sin embargo, muchas personas que han acudido hasta el lugar defienden en todo momento la labor de los sanitarios. Después de la intervención policial, esta médico afirma que desde el interior comunicaron en “varias ocasiones que no serían vacunados los menores de 40”. Así, espera a que las personas del exterior realicen sus peticiones y reitera: “Desde arriba han sido muy estrictos con esta orden, no vamos a vacunar a personas que no estén dentro del grupo o no tengan cita”. “Somos los primeros que no queríamos que fuera así, pero acatamos las normas”, señala esta sanitaria.

Segundo Cardoso es un ciudadano cubano-español, de 58 años, que se presentó a la vacunación masiva de este domingo. Cardoso no tiene tarjeta sanitaria canaria porque lleva poco tiempo en Tenerife, por lo que no le han puesto la dosis de Janssen que le corresponde. Cerca de la Puerta 8, desde la que salen las personas que ya han recibido la dosis y han esperado los 15 minutos de seguridad, habla por teléfono con un allegado. “Ahora tengo que ir al centro de salud más cercano, solicitar un alta provisional y ya luego esperar mi cita”, relata.

Sanidad intentó escudarse diciendo que la Janssen no era para jóvenes. “Recordamos que la vacuna de Janssen está indicada solo para mayores de 40 años, por eso no se puede administrar a menores de esa edad”, aclaró en su Twitter oficial. Sin embargo, el plan de vacunación recoge diversos supuestos en los que los mayores de 18 años pueden ser inoculados con vacunas de ARN mensajero, en particular con Janssen. Entre ellos, las personas inmigrantes en situación irregular, las personas sintecho o trabajadores del sector hortofrutícola. También personas difíciles de vacunarse como por ejemplo grandes dependientes o personas con trastornos mentales graves, entre otros. A pesar de esta especificación por parte de Sanidad, los jóvenes consultados por Canarias Ahora que recibieron la vacuna durante la mañana de este domingo en el Santiago Martín lo hicieron con Moderna y no con Janssen.

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