Los bomberos niegan que su asalto al Cabildo fuera un riesgo para la seguridad
Uno de los bomberos que hoy declaró en el juicio abierto por la irrupción de miembros de este cuerpo en el Cabildo de Tenerife en 2005 afirmó que jamás se puso en riesgo la seguridad de nadie, puesto que ellos se dedican a rescatar y proteger a las personas “incluso poniendo en riesgo nuestra vida”.
Ésta fue parte de las respuestas que ofreció Sergio González a preguntas de los abogados en la segunda sesión del juicio que se desarrolla en el Juzgado de lo Penal número 3 de Santa Cruz de Tenerife en relación con la irrupción de bomberos en el pleno que se celebraba en el Cabildo tinerfeño el 21 de diciembre de 2005.
Por estos hechos la representación jurídica de la corporación insular solicita una pena de un año y media de prisión para 42 bomberos por desorden público, mientras que la Fiscalía Provincial pide medio año de cárcel y un mes de sanción.
En la segunda sesión del juicio, que comenzó ayer con los primeros testimonios de los bomberos acusados, el bombero Sergio González aseguró que “le choca” la afirmación de que se puso en riesgo la integridad de las personas porque su profesión consiste en proteger la vida a costa de la suya “y si hubiera pasado algo, lo habríamos solucionado”.
En ningún momento se cerraron las puertas del Cabildo y las personas podían entrar y salir de la sede de la corporación, añadió.
Ramón Morín, otro de los bomberos que participó en estos hechos, afirmó que el 21 de diciembre de 2005 fue “el día que más seguro estuvo el Cabildo porque había más de cien bomberos dentro” y consideró que se habla de una situación de riesgo, cuando más bien se trató “de una situación de sorpresa” para los allí presentes.
Luis Castro, entonces presidente de la Junta de Personal del cuerpo, manifestó que la intención de los bomberos era reunirse con el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, para plantearle “de viva voz” sus reivindicaciones en materia laboral, que se referían al déficit de plantilla que en su opinión se registra en el Consorcio.
Con este objetivo querían realizar una marcha a pie entre la sede del parque de bomberos de Santa Cruz de Tenerife en la avenida Tomé Cano y la del Cabildo y pidieron autorización al entonces subdelegado del Gobierno en la provincia, Carlos González Segura, que en la actualidad es el presidente del Consorcio de Bomberos.
Castro señaló que la Policía Local les acompañó en su marcha durante todo el trayecto y subrayó que los bomberos jamás han realizado una manifestación ilegal a lo largo de su historia.
Sin embargo, explicó, la Subdelegación comunicó a las 09:20 horas de ese día al sindicato UGT que no autorizaba la marcha y los bomberos habían partido del parque veinte minutos antes, por lo que desconocían este extremo.
Añadió que tampoco sabían que ese día se celebraba un pleno en el Cabildo, puesto que ellos acudían para una reunión con el presidente de la institución y con el del Consorcio, Jorge Bonnet, además de con el consejero Dámaso Arteaga.
A preguntas de los abogados afirmó Luis Castro que las bengalas y botes de humo son inocuos y se utilizan continuamente en los cursos de formación que realizan los bomberos, incluso en edificios cerrados.
Ninguno de los bomberos que hoy declaró ante el juez admitió haber utilizado bengalas o botes de humo en el interior del Cabildo ni que se hayan visto reflejados en las fotografías e imágenes de televisión grabados ese día.
En cuanto a la presencia de un grupo de escolares acompañados de una profesora de visita en el Cabildo, el bombero Felipe Betancor indicó que los niños jamás pasaron “nervios” sino que por el contrario, al ver a los bomberos los vitorearon y aplaudieron y querían hacerse fotos con ellos.
José Pérez Ventura, uno de los abogados de los acusados, dijo a los periodistas al terminar la sesión que el Cabildo de Tenerife intenta “criminalizar la protesta y amedrentar” a los trabajadores, y calificó de “vergüenza” el que no se retire la acusación ni su petición de cárcel para los 42 bomberos juzgados, que no reclamaban “más salario sino más personal”.
El juicio continuará el 27 de enero con la comparecencia de testigos.