Y ya que andamos por los sures grancanarios, detengámonos a disfrutar de la brisa marina en San Agustín... Anda, pos va a ser que no. Tantas mesas y sillas instaladas por el hotel San Agustín Beach Club nos impiden gozar del dominio público marítimo. Nos cuentan, muy indignados, habituales de esa zona del sur grancanario que las terrazas instaladas para disfrute de los clientes del clásico establecimiento ocupan el paseo marítimo e, incluso, no se cortan en plantificar mesas y sillas en plena playa si la concurrencia desborda las plazas preparadas. No estaría de más un garbeo por la zona de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana, a bordo de un coche patrulla que no tiene por qué ser un Toyota.