Felicitamos de modo elocuente al sector del PP canario empeñado en demonizar a la Policía para tratar de salvar sus vergüenzas corruptas. De modo sigiloso, como es su obligación, el Cuerpo Nacional de Policía lleva meses investigando a los suyos para detectar dónde estaban las rendijas por las que se escapaban datos cruciales de la investigación teldense. Datos que no iban precisamente dirigidos a medios de comunicación, sino a las partes directamente implicadas en la causa penal, lo que constituye un escándalo aún mayor del que se pretende denunciar de modo tan hipócrita. Y encima nos encontramos con que uno de los policías detenidos está casado con una parienta directa de ese dechado de virtudes que es Onalia Bueno, detenida en la operación Góndola. Y a todas estas, ¿no era Onalia Bueno la que investigaba a una comisaria de la Policía para ver cómo la trincaba en algo? Otra que escupió demasiado alegremente al aire.