La verdad es que no sabemos muy bien si el retraso ha sido para quitarnos la razón o sencillamente porque todavía no había concluido su brillante y decisiva aportación a los prolegómenos de la derrota electoral del Partido Popular y a la cura de los pequeños rasguños inferidos por el electorado nacional español y olé. Nos referimos a Víctor Rodríguez Gago, que como les adelantamos en su día, debía volver al Gabinete de la alcaldesa de Las Palmas después de las elecciones del 14 de marzo. Lo hizo este miércoles pero tras haber obsequiado a los lectores de Libertad digital con su buena y ágil pluma, puesta al servicio de las teorías más ultraliberales de este lado del Missisipi. Le deseamos lo mejor al servicio de ese pedazo de alcaldesa que tenemos, y esperamos que con esa misma pluma le escriba discursos más digeribles y de lectura sencilla que no la vuelvan a poner en evidencia.