Les decíamos el otro día que Julio Pérez era el mejor colocado para ser delegado del Gobierno en Canarias, y hoy nos ratificamos. Atrás han quedado otras propuestas, como la que, con su demostrado colmillo, lanzó Demetrio Suárez proponiéndose a sí mismo para poner nervioso a alguien en Gáldar; o la propuesta de Emilio Mayoral, hecha por el sector que encabeza Chano Franquis para tratar de meter cuchara en todo con el calor de la dirigencia regional. Desde Tenerife, Juan Carlos Alemán llegó a proponer que el delegado fuera José Miguel Pérez, lo que dejaría al socialismo grancanario sin su nuevo secretario general y abriría la siempre deseada inestabilidad en el PSC de esta isla. Pérez aguantó el tirón, fintó cuanto pudo y se sumó a la tesis más generalizada: un ministro grancanario y un delegado del Gobierno tinerfeño no es mala cosa para el equilibrio. Pues que así sea.