Hay muchísimos empresarios canarios que no están en el clan de la avaricia. Más bien cabría aclarar que no está ninguno de ellos salvo cinco o seis, y perdonen la imprecisión, porque todo depende del tipo de negocio para el que sean reclamados. Pero nos ocupamos hoy de los que no están. Y uno de los que no están en ese selecto club es Manuel Ley, presidente de Beleyma, que ha sido protagonista estos días de informaciones muy positivas en la prensa madrileña. En concreto, el diario El Mundo se hizo eco de la estrategia de diversificación emprendida por este grupo empresarial, que ya arroja una cifra de negocio de 60 millones de euros y que cerrará el año con 15 millones de fondos propios. Con delegaciones en Madrid, Sevilla, Valladolid, Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, Beleyma es una de esas compañías que ponen los dientes largos a sus competidores. Dicho sea sin avaricia.