Soria conoce a la perfección algunos aspectos del plan de viabilidad de la UD, no sólo de boca de la entidad, sino porque se lo ha contado Hacienda, como acabamos de decirles. Sabe que los 600 kilos viejos de Barranco Seco se destinarían a rebajar la deuda fiscal y a cancelar los atrasos con el personal. Ni un céntimo pasaría por las cuentas del club, lo que evitaría cualquier bloqueo bancario. En La Caja también lo saben, pero en La Caja vienen sucediéndose desde ahora curiosos fenómenos que desembocarán en el desembarco del PP y sus acólitos en determinados puestos de decisión desde donde se adoptarán acuerdos trascendantales para la UD. Uno de esos curiosos fenómenos se produjo en este cuasi inofensivo agosto, cuando alguien mandó el recadito al club amarillo de que era mejor que a la reunión en la que debía renegociarse el plazo del préstamo que mantiene la UD en La Caja no asistieran los asesores económicos del consejo de administración. Es decir, los padres y ejecutores del plan de viabilidad.