La Comisión Puerto-Ciudad es un camelo. No lo decimos nosotros, lo dice el muy honorable Ministerio de Fomento del Reino de España, que empieza a estar hasta la cintita de la gorra de las burradas que vuelan en su Autoridad Portuaria de Las Palmas. La tal comisión, formada por Pepe, Pepa y el otro Pepe, no tiene personalidad jurídica propia y por tanto no puede decidir nada, y menos en solar ajeno. A juicio de Fomento, y nosotros no somos nadie para desmentirlo a estas alturas, todo lo que está ocurriendo en el istmo es responsabilidad del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria y, por supuesto, de su presidente, el irrepetible José Manuel Arnáiz. Estén preparados, que estas lindezas de apreciaciones se harán públicas en los próximos días. Pero son más, no se vayan.