Se hicieron pequeñas una vez más las oficinas centrales del grupo Dunas, en la calle de Triana, para acoger el tradicional cóctel de Navidad que ofrece la familia Tadeo a las fuerzas vivas, no tan vivas y hasta heridas, de la sociedad isleña. Empresarios, políticos de todo signo, periodistas de todo signo, profesionales, diseñadores y hasta algún colgadera pudieron ser vistos en la planta quinta de tan emblemático edificio. Sólo faltó José Manuel Soria, al que esperaron y esperaron hasta pasadas las dos de la tarde sin éxito alguno. Sí estuvo la alcaldesa de la ciudad, Pepa Luzardo, que se hizo de rogar y que apenas pudo departir unos minutos con la concurrencia debido a que acudió acompañada de su hija, que le rogaba que la sacara de un lugar tan impropio para esas edades.