Dos de los consejeros que participaron en aquella excursión a Anfi Tauro han confirmado todos los extremos de la misma, si bien existe una leve discrepancia en las fechas. Fue, en cualquier caso, antes del verano de 2005, por primavera, justo en el momento en que Anfi presentaba ante el Cabildo su proyecto solicitando que se declararan de interés general unas 7.500 camas de la urbanización que ya había comenzado en el barranco de Tauro. Las dos personas consultadas confirman, sin embargo, que desconocían este extremo, es decir, cuando fueron invitadas a Anfi por Manuel Fernández no se les comunicó que se había iniciado ya la tramitación del expediente, aunque sí se les dijo que la compañía quería que conocieran la calidad de los establecimientos que se construían y los objetivos de crecimiento. La visita terminó con un almuerzo en la mansión de Björn Lyng en Anfi del Mar, pero el viejo noruego no ejerció de anfitrión: en su lugar almorzaron con los cuatro consejeros insulares Manuel Fernández y Santiago Santana Cazorla.