No se dejó nada en el tintero el directivo de Air Berlín. Incluso una petición más que lógica en estos tiempos de suciedad democrática, de Valencia a Arona. “Si existen subvenciones con dinero público, deberían convocarse concursos públicos, con transparencia, y no llegar a acuerdos de iniciativas a escondidas” como ha sucedido con otras compañías áereas. Por cierto, que la competencia tampoco se libró del recadito del segundo operador aéreo alemán que acaba de comprar la Tuifly y mantiene constantes sus números en los aeropuertos de las Islas orientales. Precisamente a cuenta de esos incentivos a compañías de bajo coste que no operaban hasta la fecha en Canarias, Middelmann soltó su penúltima perla antes de pasar al cóctel: “Transportar pasajeros con mochila no responde al tipo de cliente que debe buscar Canarias con los hoteles de cuatro y cinco estrellas de que dispone”. Sin comentarios ni apostillas, consejera.