Hay cuatro impositores hacia los que se dirige el goloso ojo de los desconsolados. Son consejeros que no han sido renovados en este viaje y que tienen mandato hasta 2006, a saber, Hilda González Rodríguez, Francisco García Navarro, Carmen Soledad Mateo Santana y Juan Ramón Navarro Peñate. Los tres primeros son los más tentadores y Juan Ramón Navarro no comulga con los estrategas de Mauricio y Soria. La mera conjetura de que alguno de los mentados pudiera o pudiese recibir algún tipo de inspiración extracorpórea que le cambiara la vida, ya ha hecho reaccionar a los que potencialmente resultarían afectados, que piensan que quizá fuera bueno regular mejor el acceso al consejo de administración, pero nadie da por seguro que un experto en política financiera o un catedrático de Economía Aplicada pueda estar a salvo de la larga y ponzoñosa mano de la tentación según san Mauricio.