Debe andar el señor ministro preocupado en responder a las preguntas que este periódico ha dirigido tanto a su Ministerio, el de Industria, Energía y Turismo, sobre los pormenores de su estancia en un hotel ilegal, y de paso conocer qué hará su colega de Interior, a quién también hemos pedido datos oficiales sobre el coste de la estancia y las dietas de quienes velan por la seguridad de José Manuel Soria y su familia en el hotel Volcán de Lanzarote, los miembros de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado adscritos a su excelencia. Así, que mejor no molestarle este fin de semana con más sofocos, que ya tuvo su racioncita de gira incendiaria por las islas de La Palma y La Gomera esta misma semana y no es cuestión de estar repitiendo, por si caen preguntas indiscretas. De todos modos, ante la calor que nos azota sin compasión, sería conveniente recomendarle, como a todos los de carne y de hueso y todo, mucha precaución, que los acaloramientos con calores añadidos no dejan dormir y al final complican lo que es, total, más de la cuenta. Lo dicho: paciencia y al agua.