Un forense cree que la acusada intentó deshacerse de su bebé tirando de la cadena
Uno de los médicos forenses que participó en la autopsia del recién nacido que en 2013 apareció en la planta de separación de basuras del complejo medioambiental de Arico ha manifestado que todos los signos que mostraba el cuerpo del niño eran compatibles con que la madre intentó deshacerse de su hijo tirando repetidamente de la cadena del servicio.
El perito ha comentado que esta tesis explicaría que el cuerpo estuviese tan limpio, mientras que los tres médicos forenses han coincidido en que el recién nacido murió por asfixia, aunque no se puede determinar en qué momento se produjo el fallecimiento.
El forense ha asegurado que “es difícil” que la acusada supiese con seguridad que el bebé estuviese muerto, ya que para llegar a este diagnóstico clínico son necesarios una serie de parámetros, por lo que piensa que el niño pudo estar vivo cuando la madre intentó tirar de la cadena para deshacerse de él.
Este jueves se ha celebrado la segunda sesión del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ante un jurado popular, contra la mujer acusada de acabar con la vida de su hijo recién nacido y de deshacerse de su cuerpo en un contenedor de basura.
Los médicos forenses han manifestado que en el niño “no se encontraban los restos normales” de un parto y que el embarazo duró nueve meses, al tiempo que han resaltado que las lesiones y erosiones superficiales fueron provocadas después del fallecimiento, en el trayecto hasta el vertedero.
Los doctores han resaltado que las pruebas reflejan que el niño nació con vida y respiró, mientras que han recalcado que el fallecimiento fue por asfixia y han descartado que el motivo de la muerte sean los traumatismos.
Los peritos han insistido en que no se puede determinar el momento exacto en el que se produjo el fallecimiento y han dicho que no hay evidencias de que la asfixia se produjese por un ahogamiento, aunque tampoco han descartado esta posibilidad.
Mientras tanto, los tres guardias civiles del laboratorio de criminalística que inspeccionaron el baño donde nació el niño, ni a simple vista ni con luz forense, “no había indicios de que alguien hubiese dado a luz”.