La madre de Yéremi y un nuevo testigo declararán ante el juez tras la reapertura del caso

La familia de Yéremi Vargas, el niño desaparecido hace 14 años en Vecindario, Gran Canaria, está dispuesta a perdonar a Antonio Ojeda, El Rubio, al que considera el principal sospechoso de la desaparición del niño en 2007, si dice dónde se encuentra el cuerpo del pequeño para darle sepultura y terminar con este “infierno”.

La madre, Ithaisa Suárez, y el abuelo materno, José Suárez, así lo han afirmado este martes, en una rueda de prensa que han ofrecido junto a su abogado, Marcos García Montes, quien ha llegado a decir que tiene “el sueño” de que Ojeda “se derrumbe” en la reapertura del caso y cuente lo ocurrido hace catorce años.

“Que diga dónde está el niño, como si se queda libre” tras confesar, “sería capaz hasta de perdonarlo” para que el niño “vaya a un camposanto”, ha manifestado primero su abuelo y, posteriormente, ha corroborado su madre, quien ha implorado a Antonio Ojeda que “colabore y diga dónde está”.

La madre ha insistido en el padecimiento de la familia en todos estos años: “Esto es un infierno, no podemos vivir así”. Además, ha indicado que necesitan saber qué le pasó al pequeño y si sufrió.

Nuevas declaraciones ante el juez

La madre de Yeremi y un testigo --que era menor cuando desapareció el niño-- declararán el próximo 5 de noviembre ante el magistrado del Juzgado número 2 de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) después de que el pasado mes de septiembre se ordenara la reapertura del caso.

El abogado de la familia ha expuesto que tras el “fracaso” de la investigación, el juzgado ha reabierto el procedimiento judicial para practicar las diligencias solicitadas por la parte acusadora después de entender que el testigo --que era menor cuando ocurrieron los hechos-- puede aportar una serie de detalles “trascendentales”, así como que Antonio Ojeda se encontraba “allí”, en el lugar donde Yeremi desapareció, según se desprende de las declaraciones aportadas por dos internos que fueron sus compañeros --uno de la cárcel de Juan Grande en Gran Canaria y otro de Algeciras--.

En una de estas declaraciones, según ha explicado el abogado, uno de los internos apunta a que presuntamente Ojeda le habló de que el menor se puso de “color azul” --cianosis--. La madre del niño ha reconocido que es un tema que pensó que “no era importante” y “nunca” lo reveló a los investigadores ni a los medios de comunicación, sin embargo leyendo con el abogado la declaración de uno de los presos donde se recogía que presuntamente Ojeda había indicado que el menor se había puesto de color azulado, le llamó la atención, ya que era un dato que solo conocía el entorno cercano del pequeño.

El abogado ha señalado que este es el “primer escalón” del futuro de este procedimiento “sin perjuicio” del recurso interpuesto para que se practiquen más diligencias.

Finalmente, todos han hecho un llamamiento para esas personas que dicen tener datos, a que los aporten, ya que afirman que se les mantendrá su anonimato.