Almodóvar del Río: un castillo sobre los meandros del Guadalquivir
El valle excavado por el Guadalquivir es una de las grandes comarcas históricas de Europa. Este río que nace de la suma de un par de humildes manantiales en las sierras de Cazorla (Jaén) emprende un viaje de poco más de 650 kilómetros hasta su desagüe en el Atlántico regando un verdadero paraíso de tierras muy fértiles que desde tiempos inmemoriales facilitaron mucho las cosas a las mujeres y hombres que han vivido en sus orillas. Abundancia en recursos y en ambiciones. Recorrer este río desde el mar hasta las sierras dónde nace es leer un libro de historia que trasciende al mundo mediterráneo con conexiones con la vecina África o la lejana América.
Un valle donde reinan tres de las grandes joyas patrimoniales de España: Sevilla; Córdoba y nuestra adorada Jaén. Pero más allá de las grandes ciudades, el valle es un rosario de pueblos grandes, medianos y pequeños. De castillos. De palacios. De yacimientos arqueológicos. De huertos, grandes campos, de cortijos… El tramo que media entre Sevilla y Córdoba (130 kilómetros) es un ejemplo paradigmático de esto que decimos. Aquí nos encontramos con grandes centros urbanos y patrimoniales como Santiponce (donde podemos visitar la ciudad de Itálica), Carmona, Palma del Río o la propia Almodóvar del Río.
El Río serpentea entre grandes campos de cereales y olivos y nos muestra una visión impresionante. Sobre una peña se yergue uno de los grandes castillos de España: el Castillo de Almodóvar. Una verdadera maravilla que hunde sus raíces mucho más allá de sus piedras más antiguas (fue un oppidum ibérico y, posteriormente, una fortaleza romana). La vista se va de manera automática hacia arriba pero primero hay que mirar hacia abajo: hacia las orillas del río. A los pies de la fortaleza hay un sencillo edificio de piedra que nos lleva a los tiempos de Cárbula, la ciudad íbero-romana que se encuentra bajo los cimientos actuales de Almodóvar del Río. Este sencillo almacén servía de edificio auxiliar de un Puerto Fluvial que servía para embarcar los cereales y el aceite que se producía en las numerosas villas romanas de la zona.
Vencer la tentación de subir al Castillo nada más llegar al pueblo es difícil. Pero para entender mejor el espacio que vamos a visitar es aconsejable empezar la visita por el Centro de Interpretación del Valle del Guadalquivir (Carretera de la Estación, sn) y, sobre todo, la Exposición Arqueológica Municipal (La Barca, sn) una pequeña pero completa colección de piezas que sirven para explicar el devenir histórico de la localidad desde sus orígenes como asentamiento prerromano íbero al precioso pueblo blanco andaluz que es hoy. Porque Almodóvar, como sucede con tantas y tantas localidades de Andalucía, es un pueblo precioso de calles estrechas y casas blancas heredero del urbanismo andalusí medieval. En este laberinto de callejuelas y pequeñas plazas destacan como monumentos de interés algunos palacios y edificios religiosos: El Palacio de los Natera (Plaza de la Constitución, 9), una casona del siglo XVIII; la sede del Antiguo Ayuntamiento (Vicente Aleixandre, 10), palacete del XVII que hoy sirve de biblioteca municipal; La Iglesia de la Concepción (Maestro Amalio Labajo, 1), del siglo XVII o la Ermita del Rosario y San Sebastián (Escultor Pablo Serrano, 2), también del XVII.
Y, por fin, el Castillo.- El Castillo de Almodóvar del Río forma parte del enorme conjunto de fortificaciones, atalayas y pequeñas fortalezas que servían para controlar el valle y, por ende, para la defensa de las grandes ciudades andaluzas de Sevilla y Córdoba. Como sucede con la mayoría de las construcciones militares de la zona, su origen se remonta a los pueblos íberos que vivían en la actual Andalucía antes de la llegada de los romanos (que a su vez aprovecharon los antiguos oppidums -poblados fortificados situados en la cima de colinas escarpadas- para crear nuevos pueblos y ciudades). Esta enorme infraestructura militar, tal como la vemos ahora, arranca en el siglo IX, cuando la plaza de Almudawar Al-Adna es uno de los puntos de control del acceso a la Córdoba que ya va camino de convertirse en califato independiente. Desde entonces, los muros de Almodóvar del Río han visto ampliaciones y añadidos que culminarán en el siglo XX con una restauración a gran escala que le ha devuelto el esplendor de sus tiempos de gloria.
Fotos bajo Licencia CC: Sergei Gussev; Mark Edley; Wolfgang Manousek; Alexander Vilk; Josep María Viñolas Esteva
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