Cuatro excursiones de un día desde la ciudad de Lisboa

Castillo de los Moros, en las alturas de Sintra. Silvia Samo

Viajar Ahora

Lisboa es una de nuestras ciudades preferidas. Ideal para escapadas de fin de semana o puentes gracias a las conexiones aéreas desde cualquier capital o ciudad europea de importancia pero, también, base de operaciones ideal para, en viajes largos, explorar la región central de Portugal. Te mostramos cuatro excursiones tomando como límite los 150 kilómetros por carretera y la calidad de las comunicaciones, lo que te permitirá volver a la ciudad en apenas una hora y media o, incluso, menos. Dos de estas excursiones son clásicas y las encontrarás en todos los blogs y guías de Portugal; las otras dos son propuestas de Viajar Ahora basadas en nuestra experiencia en tierras portuguesas.

ALCACER DO SAL

Distancia desde Lisboa : 91 kilómetros (por autovía)

Alcacer do Sal fue todo un descubrimiento para nosotros. Llegamos hasta esta pequeña ciudad a orillas del Río Sado en una jornada de carretera entre Albufeira (en el Algarve) y Lisboa. Le hicimos caso a la guía de viajes y paramos a comer. Y la verdad es que nos encantó el lugar. Este pueblo blanco se extiende alargado entre la orilla del río, que aquí empieza a hacerse estuario para encontrarse con el Atlántico en el Estuario del Sado –se las trae el nombrecito-, t los muros del Castelo, dónde además de impresionantes vistas hay un pequeño Museo Arqueoólogico (Tel: (+351) 265 612 058; Email: cripta.arqueologica@m-alcacerdosal.pt) instalado en la cripta de la fortaleza en el que puedes rastrear la historia del lugar a través de restos prehistóricos, romanos, musulmanes y medievales.

A dos pasos del Castelo, dentro del recinto amurallado, se encuentra la pequeña Iglesia del Espíritu Santo (Rua da Matriz, sn; Tel: (+351) 926 462 939; Horario: 15.30 – 17.00) que va del gótico al barroco con líneas sencillas pero muy bonitas. Dentro no faltan detalles curiosos como sus púlpitos tallados en madera y los omnipresentes azulejos portugueses. Después queda callejear por el centro histórico para ir descubriendo los detalles de una localidad en la que queda patente su pasado de medina musulmana. Otro imperdible del lugar es acercarse hasta elpueblo de Carrasqueira, en pleno estuario, para ver el puerto palafito, un antiguo muelle de madera que aún es usado por los pescadores del lugar.

EVORA

Distancia desde Lisboa: 134 kilómetros (por autovía)

Digna para una parada larga con noche incluida, pero también ideal para hacer una escapada de una jornada desde Lisboa. Évora se encuentra a medio camino entre la ciudad española de Badajoz y la capital lusa, por lo que suele ser punto de parada para los viajeros que viajan en coche entre ambos países. Évora es una de las grandes ciudades históricas de Portugal pese a su pequeño tamaño. Un lugar con mucha historia que queda reflejada en sus calles a través de un patrimonio apabullante que ha recibido el reconocimiento de la UNESCO. Ciudad romana de importancia . Y eso se nota. El Templo Romano, el Acueducto –aunque es una reconstrucción medieval-, las Termas (Plaza do Sertorio, sn; Tel: (+351) 266 777 000) o los restos de la antigua muralla junto a la Puerta de Doña Isabel o la Casa Nobre de Burgos (Rua Burgos), son los restos de la época que dan fe de la monumentalidad de la antigua Ebora Liberalitas Julia. Para los que quieran profundizar en la fecunda historia local está el Museo de Evora (Largo Conde de Vila Flor; Horario: XD 10.00-18.00) dónde hay una nutrida colección de objetos arqueológicos y obras de arte, entre ellas interesantes pinturas de la escuela flamenca.

Pero el verdadero placer de la visita a Évora es pasear por su casco histórico e ir descubriendo sus palacios y rincones: a nosotros nos encantó la Catedral de Santa María (Largo Marqués de Marialva; Tel: (+351) 266 759 330; Horario: LD 9.00 – 17.00; E-mail geral@sedeevora.pt) y la tétrica Capilla de los Huesos (Plaza 1 de Mayo), forrada de arriba abajo con las osamentas de cientos de monjes del Convento de San Francisco. El tamaño de la ciudad permite recorrerla en pocas horas y hacer alguna escapada a los alrededores. De camino hacia Lisboa, por ejemplo, puedes hacer un pequeño desvío hacia elConjunto Megalítico de Los Almendros (Acceso por N-114), uno de los conjuntos de menhires más importantes de Europa . Ideal para los amantes de la historia.

ALCOBAÇA, BATALHA y LEIRA

Distancia desde Lisboa : 110 kilómetrs hasta Alcobaça (autovía y carretera); 20,8 kilómetros más hasta Batalha (por carretera.); 14 kilómetros más –desde Batalha- hasta Leira (por autovía). Desde Leira 145 kilómetros hasta Leira (por autovía).

Alcobaça y Batalha son dos excursiones clásicas desde Lisboa o paradas en ruta hacia Coimbra –una ciudad que nos vuelve locos por lo bonita que es- u Oporto. En ambos casos estamos ante conjuntos monumentales de primer nivel. La Abadía de Alcobaça es la primera obra gótica de la historia portuguesa (siglo XII) y durante siglos fue panteón real de la dinastía lusa. Es una de las obras arquitectónicas más famosas del país y merece la pena parar un par de horas. Lo mismo sucede con el Monasterio de Batalha, considerado como una de las siete maravillas de Portugal y obra cumbre del gótico flamígero del país. Los dos monasterios merecen la pena aún seas de los que no tienes mucho interés por las iglesias.

A dos pasos de Batalha se encuentra la pequeña ciudad de Leira. Si estás para más edificios históricos o museos, en su pequeño y maravilloso centro hay un poquito de todo. Pero si lo que te apetece es descansar antes de volver a Lisboa puedes subir hasta el Castillo, uno de los mejor conservados del país. Desde aquí, la vuelta hasta Lisboa, a 145 kilómetros, se hace por una cómoda autovía. En hora y media ya estarás en el centro de la capital.

SINTRA, CASCAIS Y ESTORIL

Distancia desde Lisboa : 28,7 kilómetros hasta Sintra (por autovía); 17 kilómetros más hasta Cascais y travesía urbana con Estoril. Desde Estoril hasta Lisboa 25 kilómetros por autovía.

La excursión hasta Sintra es uno de los clásicos de la visita a Lisboa. Su cercanía con la capital te permite el lujo de dejar el coche e ir, por ejemplo, en tren (desde Estación de Santa Apolonia). Esta pequeña villa defendida por un viejo castillo medieval (Castelo dos Mouros) que data de los tiempos de la dominación musulmana atrajo desde hace siglos a la nobleza y la clase alta portuguesa. Aquí construyeron palacios, quintas de vacaciones y residencias lo que concentró una gran cantidad de patrimonio.

La mayoría de los viajeros llegan hasta aquí para ver el Palacio da Pena (Estrada da Pena, sn; Horario: LD 10.00 – 18.00), una extravagancia multicolor que mezcla mil estilos arquitectónicos construida por un príncipe portugués para su esposa en el siglo XIX y la Quinta da Regaleira (Quinta da Regaleira, sn; Tel: (+351) 219 106 650 ; E-mail: geral@cultursintra.pt) un palacio que emula a la arquitectura medieval y que esconde multitud de detalles esotéricos y misteriosos como el Pozo Iniciático, una galería subterránea a la que se accede a través de una escalera de caracol que evoca a la Divina Comedia de Dante. Desde Sintra se puede acceder con facilidad a las localidades costeras de Cascais y Estoril, lugar de vacaciones habitual de las clases altas portuguesas.

Fotos con licencia CC: Alonso Javier Torres ; Patrick Nouhailler ; Jiashiang ; silvia_samo

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