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OPINIÓN | 'Un error mayúsculo', por Javier Pérez Royo

Asterio Leal Utiel: imprescindible

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No dudamos en escribir un artículo fuera de plazo, extraordinario, porque la persona así lo merece. Hace unos días falleció Asterio Leal Utiel (o el camarada Lucas, que es como le conocían los suyos en la clandestinidad). Hizo buena la manida frase (pero no por ello incierta) que hiciera conocida Silvio Rodríguez de Brecht, sobre la existencia de algunos hombres que son imprescindibles por su permanente entrega y lucha, y Asterio lo fue. 

¡Qué bueno debió ser el palo para sacar una astilla como él! ¡Qué buena la botija para este casco! Con el padre exiliado en Francia y la madre trabajando en Barcelona, vivió una primera infancia con la familia dividida, y no fue hasta los 11 años que, tras viajar a Barcelona y volver con su madre, pudo viajar a Francia y conocer a su padre. Una familia deshecha (como tantas miles) por “la paz”, por los que ahora piden que olvidemos y borrón y cuenta nueva. Y no, perdón y no perder la mirada al futuro sí, pero memoria y justicia también.

Se formó como “ajustador” en un centro de Formación Profesional y trabajó en diferentes industrias. Desde jovencísimo, perteneció a la dirección de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) que luego se transformarían en la Unión de Juventudes Comunistas de España. Luego tendría grandes responsabilidades en el Partido Comunista de España (PCE).

Quienes tuvimos la enorme suerte de conocerle, supimos de su descomunal memoria, capacidad de estudio y de análisis político; de una breve charla con él sacabas material para estar un mes dándole a la cabeza. Sin salidas fuera de tono, comedido, siempre justificando y razonando cada una de las cosas que comentaba. En debates con personas de ideas contrarias, era demoledor, no por un desajustado volumen o lenguaje, sino por la argumentación de cuanto proponía, no dejaba nunca nada sin justificar. También sufrió en propias carnes ese pecado del cainismo que venimos arrastrando y tan bien se nos da a la izquierda española… En fin…

La cuestión es que se trataba de una persona que, por sus extraordinarias capacidades, hubiera podido alcanzar puestos sociales por los que otros pierden la cabeza; pero siempre su indiscutible integridad y coherencia le mantuvieron en el lado más difícil. Y así ha sido la historia en este país, unos se llevaron los palos, vivieron perseguidos duramente noches y noches a la intemperie, contra la climatología, para que otros hoy podamos tener ciertos grados de libertad, sin que encima se les reconozca abiertamente. Por ello, somos muchos y muchas los que tenemos por obligación el que la memoria de gente así, no sea borrada de la historia y formarán siempre parte de nuestra guía. ¡Gracias por todo, Asterio!

*El Colectivo Puente Madera está formado por Esteban Ortiz, Eva Ramírez, Elías Rovira y Javier Sánchez.

No dudamos en escribir un artículo fuera de plazo, extraordinario, porque la persona así lo merece. Hace unos días falleció Asterio Leal Utiel (o el camarada Lucas, que es como le conocían los suyos en la clandestinidad). Hizo buena la manida frase (pero no por ello incierta) que hiciera conocida Silvio Rodríguez de Brecht, sobre la existencia de algunos hombres que son imprescindibles por su permanente entrega y lucha, y Asterio lo fue. 

¡Qué bueno debió ser el palo para sacar una astilla como él! ¡Qué buena la botija para este casco! Con el padre exiliado en Francia y la madre trabajando en Barcelona, vivió una primera infancia con la familia dividida, y no fue hasta los 11 años que, tras viajar a Barcelona y volver con su madre, pudo viajar a Francia y conocer a su padre. Una familia deshecha (como tantas miles) por “la paz”, por los que ahora piden que olvidemos y borrón y cuenta nueva. Y no, perdón y no perder la mirada al futuro sí, pero memoria y justicia también.