Fue una cárcel y cuna del 'Libro de buen amor': la Iglesia promueve un hotel en el corazón del Casco Histórico de Toledo

Fidel Manjavacas

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En el Casco Histórico de Toledo hay unos 250 edificios abandonados. La solución para acabar con este deterioro: dar alojamiento a turistas. Esta es por lo menos la posibilidad que baraja el Arzobispado toledano para un edificio de al menos cinco siglos de historia en el número 3 del callejón Vicario, que podría acoger un hotel con diez habitaciones o apartamentos turísticos. 

Así lo plantea la archidiócesis, en el Plan Especial de Reforma Interior de Mejora (PERIM) que ha presentado al Ayuntamiento -gobernado por PP y Vox- para cambiar su uso dotacional. De este modo, quieren cambiar su uso residencial a terciario. El trámite ya ha pasado por la Comisión de Planeamiento Urbanístico, paso previo a su tramitación y exposición púbica.

Edificio lleno de historia

La construcción actual es del año 1900, aunque una parte del inmueble data del año 1500, pudiendo haber sido usado como cárcel -la Cárcel del Vicario, del Arzobispado- hasta finales del siglo XIX, tal y como recoge la documentación del propio PERIM consultado por Toledodiario.es.

No obstante, esta parcela y parte de la de otro edificio colindante -el número 5 del mismo callejón- se habría usado también como prisión para “clérigos delincuentes” desde el siglo XIV. En una de sus celdas estuvo Juan Ruiz, conocido como el Arcipreste de Hita, por mandato del cardenal Gil de Albornoz al oponerse al celibato obligatorio.

El autor, natural de Alcalá de Henares, habría escrito allí su única obra: el 'Libro de buen amor', según documentó el investigador toledano Mariano Calvo. Este libro es considerado como uno de los más importantes de la literatura medieval española. La primera redacción dataría de 1330, mientras que la completa y definitiva se compondría en 1343.

De barrio de artistas a uso hotelero

El edificio se sitúa en pleno corazón del Casco Histórico, cerca de la Puerta de los Leones de la Catedral, y linda al norte con la hospedería Casa Cisneros. En la zona, conocida como el barrio de los Canónigos, hay varias casas vacías y otros inmuebles de carácter dotacional, religioso, administrativo, comercial y hotelero, contando varios de ellos con valores patrimoniales.

Hace algo más de una década, las instituciones plantearon revitalizarla a través de un proyecto basado en el arte y la cultura para convertirla en 'el barrio de los artistas', tal y como recogía la prensa local en 2013. El plan, ideado por el Consorcio de Toledo, lo desarrolló el arquitecto Jesús Corroto, quien precisamente es en la actualidad el gerente de la mencionada institución pública.

El proyecto quedó en el olvido y uno de los inmuebles que se habrían incorporado al mismo apunta ahora a ser un nuevo hotel para un barrio que clama contra la escasa -y cara- oferta de vivienda residencial.

Un museo dedicado a escritores

De esta manera, se da carpetazo al mencionado proyecto que pretendía impulsar esta zona como un centro neurálgico cultural. En este sentido, antes de comenzar a tramitarse ya han surgido voces críticas contra el mismo, como la del portavoz de IU-Podemos, Txema Fernández, que rechaza convertir el edificio en un hotel y plantea en su lugar que pudiera albergar “un museo de reconocimiento a grandes escritores y escritoras de Toledo”.

“Valorar esta propuesta sería pensar en un modelo de turismo diferente al que tiene el Ayuntamiento de Toledo, pensado en que las grandes empresas turísticas, ya que la Iglesia en la ciudad lo es, tengan enormes beneficios frente a los vecinos y vecinas”, añade.

La Iglesia es una gran empresa turística

Un edificio de tres plantas con zonas apuntaladas

El inmueble del callejón Vicario número 3, que consta de tres plantas -dos más un sótano- y una superficie total construida de 707,14 metros cuadrados, se encuentra sin uso y en mal estado de conservación, por lo que hay zonas apuntaladas para evitar posibles derrumbamientos.

Está catalogado con nivel P, valor patrimonial, en el Plan Especial del Casco Histórico de Toledo (PECHT), que determina también su actual uso de equipamiento social existente, motivado porque en los últimos años de uso del edificio se destinó a reuniones de grupos parroquiales, sociales, de jóvenes, cursos de formación y asistencia social en general.

La propuesta de rehabilitación del inmueble, según el PERIM planteado, le daría un nuevo uso terciario hotelero y/o extrahotelero, “siempre que lo permita la normativa del planeamiento general”.

En este sentido, el documento precisa que cualquier obra de urbanización o edificación a realizar tendría que ser autorizada por la Comisión Especial de Patrimonio y contar con resolución expresa de la Dirección General de Patrimonio y Museos de la Consejería de Cultura.

Se mantendría la fachada

La actuación mantendría la fachada principal existente, rehabilitándola, así como la disposición del patio interior. Se mantendría la fisionomía del edificio, conservando y rehabilitando también los muros de carga y las cubiertas. Debido al estado de degradación de los forjados, sería necesaria la sustitución íntegra de los mismos.

El anteproyecto de rehabilitación del inmueble contempla la distribución del mismo en 10 habitaciones (o estudios en su caso), albergando 3 en planta baja, 4 en planta primera y 3 en planta segunda. Una de las habitaciones (o estudios) situada en planta baja es totalmente accesible, precisa.

Además, se ha proyectado un ascensor hidráulico para hacer accesible el inmueble que no modifica la fachada principal y no es visible desde la calle.

El PERIM, que indica que el nuevo uso no supondría un aumento de volumetría ni la alteración de las trazas de la edificación, hace un cálculo de las cesiones por el cambio de uso e incremento del aprovechamiento, que ascendería a una cuantía de 32.727 euros favorable al Ayuntamiento.