El Gobierno de Mañueco dice ahora que el muerto en el incendio de León era un vecino que actuaba por su cuenta

Alba Camazón

Valladolid —
13 de agosto de 2025 12:00 h

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El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha informado que el fallecido en León, Abel Ramos, de 35 años, no era un voluntario integrado en el operativo como se había informado desde el gobierno autonómico en un primer momento. Fernández Mañueco ha explicado a los medios de comunicación este miércoles que Abel Ramos fue confundido con un bombero voluntario que sí estaba integrado en el operativo y que utilizaba una motoniveladora como la que estaba utilizando el joven que falleció este martes.

“Hubo una persona que trabajó en labores auxiliares, que se le había contratado. Hizo su labor y se fue. Trabajó con una motoniveladora y con posterioridad, otra persona, trabajando con una motoniveladora, en defensa de su municipio y acompañado de otros jóvenes, con la mejor voluntad, intentaba defender uno de los municipios, pero el fuego es traicionero, se revolvió contra ellos y le provocó la muerte”, ha explicado este miércoles Fernández Mañueco tras su reunión con cinco de sus consejeros: el titular de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, la vicepresidenta y consejera de Familia, Isabel Blanco, el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, la consejera de Agricultura y Ganadería, María González Corral, el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, y la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho. Mañueco ha mostrado su “cariño y pesar” a los familiares del joven.

En un primer momento, a última hora de la noche del martes, las autoridades pensaron que el fallecido era este voluntario que estaba integrado dentro del operativo porque Abel Ramos había utilizado una motoniveladora como la que tenía a su disposición el voluntario integrado. Abel estaba intentando reducir el impacto del incendio junto a otros compañeros, algunos de ellos con un pronóstico grave.

Ramos era vicepresidente del Motoclub Bañezano. El joven había donado una desbrozadora para su utilización en la extinción del fuego. “El fuego que azota tu querida tierra leonesa ha quebrado tu vida ejerciendo de voluntario para evitar males mayores. Contigo se va parte del Motoclub Bañezano, pero tu memoria siempre estará presente con todos los que amamos este gran deporte llamado motociclismo”, ha señalado el motoclub en sus redes sociales.

Siete heridos, cuatro críticos

Los incendios de León y Zamora han provocado 8.200 evacuados de medio centenar de localidades de León y Zamora, aunque el número fluctúa. Además, continúan ingresados siete heridos, de diversa índole: en el Hospital Río Hortega de Valladolid hay cuatro pacientes, tres de ellos en estado crítico: una mujer (56 años), con la mitad del cuerpo quemado; un hombre (64 años), con el 35% de su cuerpo quemado y otro hombre, de 36 años, con la mitad del cuerpo afectado. Los dos primeros fueron trasladados desde el Complejo Asistencial de Zamora y, el tercero, desde el Complejo Asistencial de León. También desde León ha sido trasladado esta mañana un hombre de 80 años, que tiene un pronóstico grave con el 15% de su cuerpo quemado.

En el Complejo Universitario de León hay también un varón (37 años) en estado crítico, con quemaduras en el 85% del cuerpo, y un hombre de 78 años, con el 17% del cuerpo quemado, está siendo atendido en la UCI, pendientes los dos de ser trasladados a la Unidad de Quemados. En el Complejo Asistencial de Zamora hay una mujer de 77 años en la UCi, “estable dentro de la gravedad” cuyo traslado a la Unidad de Quemados está pendiente.

Además, han sido atendidos ocho heridos en Atención Primaria: un varón de 27 años en el PAC Carballeda (Zamora) y siete personas en el Centro de Salud de Tábara, leves. Las ambulancias de SACYL han ayudado también a evacuar a 58 personas desde su localidad o residencias de ancianos a otras residencias/albergues, en colaboración con el operativo de rescate.

El presidente autonómico ha insistido en la necesidad de que los residentes en los pueblos atiendan las instrucciones de los agentes de Seguridad en todo momento a pesar de que vean peligrar “sus bienes, sus viviendas, sus enseres y recuerdos de toda la vida”. “La vida humana es lo único que no tiene solución, los bienes tienen repuesto; la vida, no”, ha recordado Alfonso Fernández Mañueco, que ha pedido “cabeza fría” y “hacer un esfuerzo”, aunque ha reconocido su “agradecimiento profundo” a aquellos que “intentan contribuir de manera voluntaria, generosa y sacrificada”. “Es difícil dejar el pueblo con todo lo que tienes, piensas que puedes controlar la situación y a veces eso no es posible”, ha zanjado.