El Hapoel de Jerusalén llega a Manresa a pesar de los intentos de los manifestantes de evitar el partido contra el Baxi

Grupos de manifestantes están bloqueando los accesos del Nou Congost de Manresa (Barcelona), el pabellón donde se juegan los partidos de básquet y que la noche del miércoles esté previsto que acoja un encuentro entre el Baxi Manresa y el Hapoel de Jerusalén.

La protesta ha empezado durante la mañana con cortes en la C-25 en el marco de la huelga en apoyo a Palestina y, después de despejar los piquetes, diversos grupos de personas se han concentrado en otros puntos de la ciudad para intentar cortar todos los accesos al recinto. Los activistas lucen pancartas con mensajes como “Ama al básquet, odia al genocidio. Boicot Israel”.

La intención era impedir el acceso de los jugadores para evitar que que el partido, que se celebrará a puerta cerrada, pudiera llegar a jugarse. Pero finalmente, el equipo ha conseguido llegar hasta el pabellón pasadas las 18h de la tarde. Para evitar a los manifestantes, lo han hecho en furgonetas tintadas en lugar de en el autobús oficial y custodiados por un amplio dispositivo de los Mossos d'Esquadra.

Las entidades convocantes han decidido mantener la concentración a pesar de que todo apunta que el encuentro se ha celebrado a las 20:45, tal como estaba previsto. La movilización ha durado hasta pasadas las 21 horas, momento en el que, después de casi nueve horas de protesta, los organizadores han desconvocado para evitar “posibles identificaciones arbitrarias”.

A pesar de que el partido se ha acabado celebrando, los concentrados han definido la acción como un “éxito”. “Hemos demostrado nuestra fuerza de movilización”, han asegurado.

Las protestas por este partido no se han quedado sólo en Manresa, sino que también han llegado a la capital catalana. Después de las manifestaciones de la mañana con motivo de la huelga, un grupo de personas se ha concentrado a las puertas de un hotel cercano a la Estación de Sants, donde se concentraban los jugadores del Hapoel.

Los activistas pretendían bloquear la salida del recinto, pero una decena de furgones de los Mossos ha dispersado la sentada con gas pimienta y a golpe de carga. Los activistas se han visto obligados a apartarse para escapar del gas, momento que han aprovechado los vehículos del equipo israelí para salir del establecimiento.

El partido, que ha sido considerado como de alto riesgo por los Mossos d'Esquadra, se jugará a puerta cerrada para evitar disturbios. La policía catalana ha instalado desde el mediodía un amplio dispositivo sin precedentes para evitar que los manifestantes lleguen al pabellón.