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Activistas propalestinos exigen la suspensión del Valencia Basket-Hapoel Tel Aviv, que contará con un dispositivo especial de seguridad

El próximo 14 de octubre, el Roig Arena debe acoger el partido de la Euroliga de baloncesto que enfrenta al València Basket y el Hapoel de Tel-Aviv en la temporada de regreso del club que preside Juan Roig a la máxima competición europea. Con motivo de la visita del equipo israelí a la capital valenciana, la Policía Nacional trabaja junto a las autoridades deportivas y de seguridad “en los distintos escenarios que se puedan dar”, tal y como ha confirmado este martes la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, quien ha indicado que se va a “seguir viendo cómo van los acontecimientos y como se dan las circunstancias para tomar las decisiones definitivas al respecto”.

Sobre este encuentro, BDS País Valencia ha remitido una carta abierta al Valencia Basket con el título: “El baloncesto nos apasiona, el genocidio nos repugna. Que el deporte no ayude a esconder el genocidio en Palestina”. En el escrito, el movimiento que aboga por el boicot, la desinversión y las sanciones para Israel cuestiona al club valenciano si disputará ese partido “mientras el país al que representa comete un genocidio en Palestina, mientras el hambre y las bombas del ejército de Israel asesinan a miles de personas en Gaza, mientras se intensifica la ocupación, el 'apartheid' y la limpieza étnica en Cisjordania”.

BDS apunta que “en momentos de dolor colectivo, injusticia y de violación de los derechos humanos el deporte no puede considerarse ajeno ni neutral”, y que el baloncesto se convierte en “altavoz y espejo de los valores de una comunidad”. Por este motivo, se preguntan por la postura del club, “que representa una ciudad y una afición orgullosa de valores como la solidaridad, el respeto y la justicia; no se trata sólo de ganar partidos, sino de qué mensaje transmite cada decisión, dentro y fuera de la pista”.

El deporte, al servicio de la justicia o la injusticia

El colectivo ciudadano relata que el deporte puede está a favor de la justicia o la injusticia, y recuerda el ejemplo del 'apartheid' sudafricano, “cuando el aislamiento deportivo internacional se convirtió en una de las herramientas más efectivas para denunciar un sistema injusto y violento”. Aquella presión, insisten, “no fue un gesto simbólico: representó un compromiso ético compartido por clubes, federaciones y aficionados de todo el mundo que entendieron que jugar 'como si nada pasara' equivalía a legitimar la injusticia”.

Así, se preguntan si el Valencia Basket jugará su encuentro contra el Hapoel Tel Aviv “como si nada pasara”, y le piden al club que no lo hagan: “No ignoréis la dimensión ética de este momento histórico; vuestro compromiso puede ser un gesto poderoso: recordar que el baloncesto no se juega únicamente con un balón, sino también con principios”. “Vuestra decisión puede acompañar la sensibilidad o la voluntad de la sociedad civil o le puede dar la espalda”, insiste BDS, y recuerdan lo que sucedió hace unas semanas con la Vuelta Ciclista a España, “que demostró el rechazo de la población al genocidio a Palestina”.

De este modo, reclaman que no se utilice el deporte para “limpiar” la imagen de un Estado “que comete crímenes contra la humanidad”. Y recuerdan que Israel utiliza las competiciones deportivas como “estrategia para distraer la atención de su vulneración de los derechos humanos y ganar legitimidad en el ámbito internacional”. “Israel participa en competiciones europeas mientras impide a los deportistas palestinos entrenar, competir y, en muchos casos, hasta vivir”, sentencian desde el movimiento cívico, que recuerda que decenas de deportistas han sido encarcelados, mutilados, asesinados y que los estadios de Palestina han sido destruidos, “y la libertad de movimiento para participar en torneos es constantemente obstaculizada por el ejército israelí”.

Así mismo, recuerdan que en mayo de 2024, “en plena masacre de Gaza”, el presidente del Hapoel Tel Aviv declaró públicamente: “Los enemigos de Israel en todo el mundo nos difaman a nosotros y a nuestros soldados; nosotros nos mantendremos orgullosos, marcharemos en el Desfile del día de Israel”. Esta afirmación, en su opinión, evidencia la carga política y la “instrumentalización” que acompaña al club israelí, “y que hace todavía más urgente reflexionar sobre lo que significa el partido del día 15”.

“Grito masivo” de la sociedad

BDS apunta que la sociedad civil está llevando a cabo un grito masivo para parar este genocidio, y en este caso, para parar este encuentro: “Si no se paraliza, nos tendréis organizados y en la calle, porque no podemos mirar hacia otro lado; no en nuestro nombre”.

Por eso, insisten en solicitar al Valencia Basquet que cancele el partido y haga “que se hable del club con orgullo por estar a la altura del momento histórico”. “No colaboréis con la estrategia de blanqueo de Israel; poned el deporte al servicio de la justicia y no de la complicidad con crímenes contra la humanidad; no contribuyáis a esconder el genocidio que Israel comete en Palestina”, concluye el movimiento.