Carolina Punset mete la pata con la ley electoral

Algunos expertos en política creen que Carolina Punset, líder de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, no tiene muy claro el funcionamiento del sistema electoral en España. Punset atribuyó el domingo a la Ley d’Hondt (d’Hont, sic, en su artículo en el Levante-EMV) dos efectos perversos: la consolidación del bipartidismo y “la sobre representación de los partidos nacionalistas”. Inmediatamente, varios politólogos (aquí, aquí o aquí) se echaron las manos a la cabeza.

José Fernández-Albertos, doctor en ciencias políticas por la Universidad de Harvard y colaborador en eldiario.es, fue de los primeros.

El error de Punset radicaría en atribuir a la Ley d´Hondt los efectos que las circunscripciones y las barreras electorales (un 5% de los votos en la Comunitat Valenciana) tienen sobre la elección de los diputados. Así lo explican Fernández-Albertos y otros autores en 'La reforma del sistema electoral: guía breve para pensadores críticos'.

“El principal factor que hace que un sistema sea muy o poco proporcional no es el método de repartición de los escaños d’Hondt (como habitualmente se cree) sino el tamaño de los distritos, es decir el número de escaños que se reparten en cada circunscripción electoral. Cuando hay muchos escaños para repartir es posible ajustar mejor el reparto de escaños a la distribución de votos. Cuando los distritos son pequeños la proporcionalidad es más difícil de conseguir. Otro factor importante, es la existencia de umbrales electorales legales (un porcentaje mínimo de votos que una candidatura debe conseguir para poder optar a obtener representación): cuando hay umbrales elevados, la proporcionalidad es menor, ya que los partidos que no los superan se quedan fuera del reparto”.

Paradójicamente, Ciudadanos ha presentado una proposición de ley en Les Corts Valencianes que, lejos de atacar la Ley d´Hondt, va tímidamente contra las circunscripciones y con más contundencia contra los umbrales electorales, en la línea propuesta por Fernández-Albertos y compañía. Así, Punset ha propuesto “una distribución territorial de escaños que reduce los defectos de representación existentes, sin por ello tener que alterar las normas de representación mínima de cada provincia”. Además, quiere bajar la barrera del 5% hasta el 3%. Sin llegar a ese porcentaje mínimo de votos, ningún partido obtiene representación. Por ejemplo, Esquerra Unida en las últimas elecciones valencianas.

Para hacer “hacer más y mejor democracia”, Ciudadanos también plantea listas “desbloqueadas” o abiertas, donde los votantes determinarían en qué puesto de la lista iría cada candidato, debates obligatorios en los medios de comunicación públicos, que la publicidad de los partidos se difunda a través de un sólo sobre de propaganda electoral o endurecer las incompatibilidades de los diputados autonómicos a la hora de ocupar otros cargos. En principio, casi todos los partidos ven con buenos ojos partes de la iniciativa. Aunque no cargue contra la Ley d'Hondt.