Movimientos en Vox para situar al extorero Vicente Barrera como portavoz en el Ayuntamiento de València

El exvicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, quiere volver al ruedo. Al político. El torero, hasta el pasado año la figura más visible de Vox en Valencia, tuvo que dejar con otros dos consellers el Gobierno autonómico tras la ruptura de Santiago Abascal con el PP de Carlos Mazón en una crisis relámpago que impactó en todo el Estado. Desde entonces, el que fue el principal activo de la ultraderecha a nivel valenciano se ha mantenido trabajando para el partido como un militante más, pero fraguando su regreso a la primera línea.

Barrera fue elegido el pasado viernes como presidente provincial de Vox, con el exconseller de Agricultura, José Luis Aguirre, como su número dos. Lo hace en sustitución del diputado en el Congreso Ignacio Gil Lázaro, un histórico de la derecha valenciana, que deja este encargo tras dar por cumplidos sus objetivos. El partido enmarca el cambio en un proceso de “relevo generacional en la estructura orgánica”. Poco más de un año después de la marcha de Barrera del Consell, que se dio a su pesar -siempre obediente a la dirección nacional-, los dos titulares del partido vuelven a situarse en el foco.

Al día siguiente de su nombramiento, Barrera protagonizó una acción del partido frente a un centro de menores, acompañado por los representantes de Vox en las instituciones: los diputados Ignacio Gil Lázaro, Carlos Flores y el portavoz y concejal en València, José Gosálbez. La foto es prácticamente un calco de la que se dio en la negociación de la investidura de Carlos Mazón, que dio a Vox la llave del Gobierno valenciano. Este jueves, Barrera y Aguirre han organizado una reunión con los concejales de Vox de municipios afectados por la dana, justo un año después del aniversario de la riada. Un encuentro de trabajo que es también una muestra de los cambios.

El relevo en la dirección no ha pasado desapercibido y, según diversas fuentes consultadas por elDiario.es, lleva parejo otros movimientos. A nadie se le escapa que el exvicepresidente y exconseller de Cultura es un hombre muy cercano a Santiago Abascal, con buenos contactos en la capital valenciana y un perfil solvente para el partido. Las mencionadas fuentes apuntan que la intención del partido es que pueda entrar a formar parte del grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de València como portavoz a corto o medio plazo con la idea de darle notoriedad de cara a encabezar alguna lista electoral, ya sea al Consistorio o a la Generalitat, de cara a las próximas elecciones.

València es, en estos momentos, el mayor coso con el que cuenta Vox en el Estado, la ciudad más grande en la que gobiernan. Ser parte de un ejecutivo local y portavoz en la tercera ciudad española supondría una catapulta para el candidato, a un año y medio de elecciones, y ante un PP que atraviesa una fuerte crisis derivada de la gestión de la dana de Carlos Mazón.

La maniobra, que a preguntas de elDiario.es ha negado el partido, es algo compleja. Vox cuenta con cuatro concejales en València, pero la dirección solo tiene control aparente sobre dos de ellos tras una sonada crisis en el Ayuntamiento. En primavera, el grupo se partió en dos tras un expediente de la dirección al entonces portavoz, Juan Manuel Badenas, que marchó con Cecilia Herrero al grupo de no adscritos y denunciaron presiones de la dirección. Fueron readmitidos un mes después, pero Badenas perdió la condición de portavoz, que pasó a José Gosálbez, y Mónica Gil asumió el resto de las principales competencias de gobierno. Ya entonces se apuntó al entorno de Barrera por un sector de la prensa conservadora como beneficiario de esta crisis, si ambos dejaban el acta.

Barrera figura como número 7 en la lista de las pasadas municipales, por lo que, en este nuevo escenario, para que entrara en el consistorio, tendría que renunciar uno de ellos al acta y no aceptarla los dos que siguen en cola, Daniel Calabuig y Pilar Moral, algo que ya se da por hecho. Las fuentes consultadas por esta redacción apuntan que, en este escenario, se estaría negociando para que Gil o Gosálbez dejaran el acta y el exvicepresidente ocupara este lugar. Gil, muy próxima al recién sustituido Gil Lázaro, un histórico en los ultraconservadores valencianos, es concejal de Familia, Juventud e Infancia y sería la que más papeletas tendría para salir, si bien es cierto que a cambio tendrían que ofrecerle una alternativa de su agrado.

El carácter de Barrera, muy próximo a Abascal -negociaron directamente su nombramiento en el Consell- también choca con la actitud rebelde de los concejales díscolos, que ha sido un quebradero de cabeza para la formación ultra. Cabe pensar que su paciencia, un año después de salir de la Generalitat Valenciana, será recompensada de algún modo. Para entrar en el Consell, Barrera tuvo que dejar la dirección de una decena de empresas familiares que tenía a su cargo, tras desvelar elDiario.es la posible incompatibilidad. Con la salida no solo se vio afectado su ego, también su patrimonio.

Consultados por esta cuestión, desde el grupo municipal han preferido no pronunciarse al respecto y han asegurado que en el Consistorio se trabaja con normalidad. En el partido tampoco dan nada por sentado. “De momento no va a pasar” han apuntado fuentes de la formación, preguntados por la entrada de Barrera en el Ayuntamiento como portavoz. Sobre la candidatura a la alcaldía, han señalado que Vox comunicará los candidatos de cara a la campaña electoral, como de costumbre. “Está desde el principio trabajando como militante”, ha apuntado estas fuentes, preguntadas por la relación del exvicepresidente con la formación desde su salida del Ejecutivo autonómico, y rechazan que se le esté dando especial visibilidad por encima de otros cargos.

El torero valenciano se afilió a Vox en 2018, cuando comenzó a participar de la estructura interna del partido como coordinador de zona de Ontinyent (Valencia), su área de influencia. Figuró por primera vez en una candidatura electoral de Vox en las municipales de 2019 en València, en un simbólico décimo puesto, que se convirtió en el séptimo cuatro años después. Tras una conversación con Abascal y el veto impuesto por el PP a Carlos Flores Juberías, Barrera se convirtió en vicepresidente segundo de la Generalitat, primer cargo Ejecutivo de la ultraderecha. Paradógicamente, el pasado sábado, un día después de su nombramiento como presidente provincial, y mientras se desarrollaba la manifestación por el aniversario de la dana en València, la radiotelevisión pública valenciana emitió la novillada de la Feria de Alicante de 1997, en la que participó. À Punt volvió a traer a Vicente Barrera al ruedo.