La promotora Atitlan, tras asegurarse el terciario del nuevo estadio del Valencia CF, apunta a la parcela del viejo Mestalla

La perspectiva de un posible reinicio de las obras del nuevo estadio del Valencia CF ha reactivado el interés de diferentes promotoras con músculo financiero por hacerse con la parcela de Mestalla, el centenario coliseo ubicado en la avenida de Aragón, una de las mejores pastillas de suelo que quedan por desarrollar en esta zona de la ciudad tasada en unos 100 millones de euros.

Aunque no es la única candidata, una de las mejor posicionadas para hacerse con ella, según han confirmado diversas fuentes consultadas a elDiario.es, es Atitlan, la firma valenciana de Aritza Rodero y de Roberto Centeno, que ya tiene un principio de acuerdo con el club valencianista para quedarse con la parcela de 41.700 metros cuadrados de suelo terciario (comercios, hostelería y oficinas) de la avenida de las Corts Valencianes por una cuantía que iría entre los 30 y 35 millones de euros.

La mismas fuentes aseguran que habría manifestado su interés al club para conocer de primera mano todos los detalles urbanísticos de la parcela de Mestalla, que de mantenerse los parámetros previstos cuenta con una edificabilidad residencial para construir viviendas de 75.906 metros cuadrados, más 14.000 metros cuadrados de terciario.

No obstante, la operación está sujeta a que se resuelva el procedimiento administrativo para que toda la edificabilidad vuelva a tener vigencia y cobertura legal, esto es la aprobación de las fichas urbanísticas en el pleno del Ayuntamiento en primer lugar y la firma del convenio entre el Consistorio y el club en segunda instancia.

Este es precisamente el argumento al que se acoge la promotora para matizar estos extremos. Consultada por elDiario.es, reconoce que mantiene su interés en hacerse con el terciario de Corts Valencianes, pero asegura que “en estos momentos” no está sobre la mesa la idea de hacerse con la parcela de la avenida de Aragón, ni ha manifestado ese interés porque la propiedad del club no ha activado aún la venta, es decir, los terrenos no están aún en el mercado.

En este sentido, insisten desde la promotora en que, para que salga a la venta, falta mucho camino administrativo por recorrer, en referencia a la aprobación de las fichas urbanísticas y del convenio, pero afirman que en el momento en el que todo el tema administrativo y jurídico esté solventado y la parcela salga al mercado, estudiarán la operación y, si les resultara atractiva, manifestarían su interés. La compañía ya se interesó por estos terrenos años atrás, cuando finalmente se le adjudicó el desarrollo a la cooperativa Adu Mediterráneo, que finalmente tampoco pudo culminar la operación.

Con todo, las fuentes consultadas por este diario mantienen que ya ha habido movimientos. Obviamente, la operación también depende de que el club finalice las obras del nuevo estadio, lo que sigue generando dudas ante la ingente inversión necesaria. Aunque la última cuantía que le trasladó al Ayuntamiento asciende a 163 millones de euros, desde el propio Consistorio se da por hecho que toda la operación, incluido el derribo de Mestalla, no bajará de los 200 millones.

Paralelamente, según las fuentes consultadas, habría aparecido en escena un fondo de inversión norteamericano, cuya identidad no ha trascendido, interesado en hacerse con la mayoría accionarial de Lim con capital suficiente como para plantearle una oferta y si fuera necesario acabar el recinto. Este extremo, sin embargo, estaría aún en una fase muy embrionaria y es independiente del posible interés de Atitlán por hacerse con los terrenos de la avenida de Aragón.

Situación de las fichas urbanísticas

En cuanto a la aprobación de las fichas urbanísticas, el primer hito necesario para que se reinicien las obras del nuevo estadio junto a la concesión de la licencia, no se llevarán al pleno de enero, puesto que no pasaron por la comisión de urbanismo del pasado miércoles 24. Así pues, está por ver si irán al pleno de febrero o de marzo. Para su aprobación, el PP, que cuenta con 13 concejales, necesita 17 apoyos, es decir, el voto a favor de al menos uno de los otros tres partidos con representación.

Aunque por una cuestión de lógica cabría esperar que recibiera el apoyo sus socios de Gobierno de Vox (cuatro concejales), el portavoz de la formación, Juan Manuel Badenas, ya ha rechazado por activa y por pasiva que se le otorgue cualquier beneficio urbanístico al Valencia CF mientras Lim sea su máximo accionista. También Compromís y el PSPV se han mostrado reacios. Pese a ser las fichas urbanísticas que ambos partidos acordaron con el club en enero del pasado año cuando estaban al frente del Ayuntamiento, desconfían tanto del PP como de los actuales gestores del club al asegurar que no se les está facilitando ningún tipo de información de la situación de las fichas o de las licencias. Valencianistas y socialistas consideran que el retraso de la firma del convenio en realidad facilita que Lim saque adelante un proyecto de estadio que consideran de mínimos.

La alcaldesa de València, María José Catalá, aseguró recientemente que la licencia de obras para reiniciar los trabajos estaría lista en el primer trimestre del presente año y el club ha asegurado que en los próximos días presentará las certificaciones que garantizan que el proyecto cumple todos los requisitos de la mencionada licencia. Una vez salvado este trámite, deberá buscar la fórmula para obtener los apoyos necesarios para que la mayoría del pleno apoye las fichas urbanísticas. De lo contrario, se entraría en un escenario de bloqueo cuya primera consecuencia podría ser que València se quedara fuera del Mundial de Fútbol 2030. Como informó este diario, las ciudades candidatas a ser sede de la cita deportiva deben garantizar el cumplimiento de todas las exigencias de la FIFA, a más tardar, entre abril y mayo del presente año.