Juana Macías se ríe del desastre de convivir sin amor en su nueva película

Juana Macías rueda en Majadahonda los últimos planos de su tercer largometraje, “Bajo el mismo techo”, donde la cineasta vierte todo su sentido del humor para contar un drama “bastante habitual últimamente”: las separaciones de parejas que, por la crisis, deben compartir casa aunque no se soporten.

“El origen de la película está en la propia realidad”, explica la directora madrileña a Efe en un descanso del rodaje, que acaba de llegar a su escena final para desahogo del equipo, que ha vivido los últimos días desconcertados con la locura climatológica de Madrid, que ha pasado de un sol radiante a nevar el mismo día, se resigna Macías.

“Todos hemos visto gente que, por circunstancias, y porque no tienen medios económicos, se tiene que volver a casa de sus padres o compartir el piso en el que han vivido siempre juntos”, apunta Macías.

La cosa, dice, “es que hemos puesto a una pareja normal en circunstancias un poco extremas; es una comedia muy próxima a la realidad pero, sobre todo, bucea en un tema que a mí me gusta especialmente, que son las relaciones entre las personas”.

En este caso, se trata de una pareja que ronda los cincuenta, interpretada por Jordi Sánchez y Silvia Abril, que están “en ese momento crítico en el que te planteas qué has hecho con tu vida y qué te queda por hacer”.

“Ellos tienen una hija (Clara Chacón) y, cuando se va de casa, las cosas empiezan a desmoronarse”, cuenta Macías.

Hay un divorcio, una hipoteca, y la peor pesadilla de una pareja que se rompe: darse cuenta de que ninguno de los dos puede permitirse abandonar el precioso chalet que compraron en el apogeo de su matrimonio y de la burbuja inmobiliaria.

Atrapados por la deuda y obligados a compartir casa sin soportarse, acaban declarándose la guerra y montando su particular campo de batalla bajo el mismo techo.

“Me interesaba mucho poner a dos personas normales en una situación extrema, muy reconocible y muy divertida a la vez, en la que las reacciones fueran tan contradictorias, delirantes y absurdas como la vida misma”, ha señalado Macías.

Se ríe cuando piensa en los puntos en común con la mítica “La guerra de los Rose” (Danny de Vito, 1989), como el hecho de que la casa sea “otro personaje, es más -añade-, es lo que les lleva al límite y en ese punto, uno pierde los papeles”, apunta sin desvelar más.

Cada uno de los miembros de la pareja tiene un amigo en el que no solo se refugia, sino que son sus apoyos en el periplo que van a llevar. Son Malena Alterio y Dani Guzmán, que completan el reparto con Álvaro Cervantes, Cristina Castaño y Ana Morgade.

“Todos los que tengan cualquier tipo de experiencia en relaciones de pareja y haya pensado en lo que pasa cuando esas relaciones se acaban se van a identificar con la película, igual que mucha gente de 'una cierta edad'”, se ríe la directora, aún 'cuarentañera'.

“Hombre, cuando escribes -reconoce Macías- siempre pones cosas tuyas y de tu entorno, y cosas que observas; pero a todos nos ha pasado alguna vez perder los papeles o haber sentido celos o rabia”.

La cinta, dice, sigue la estela de su anterior trabajo, “Embarazados”, donde “a partir de situaciones a veces terribles o historias que se podían haber llevado a cualquier género, eliges verlo con sentido del humor”.

“Lo que les pasa a estos personajes es que no pueden cambiar las circunstancias en las que se encuentran, así que nos reímos”, apunta.

La cineasta afirma que “Bajo el mismo techo” tiene una particularidad con la que se siente identificada y, además, orgullosa: la protagonista femenina es la que lleva el peso de la acción, justo al revés de lo que suele pasar: “Ella es la que toma la decisión y la que mueve la película”.

Por último, comenta que se han reído mucho el rodaje, que aún se ríe cuando mira algunas tomas, y que la pareja Abril-Sánchez “ha funcionado de maravilla”.