MEAM reivindica la figura del escultor catalán Josep Llimona en antológica

El Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) reivindica la figura de Josep Llimona (1864-1934), considerado uno de los principales representantes de la escultura modernista catalana, a través de una exposición antológica, que reúne las veinte piezas recientemente adquiridas por esta institución.

La exposición, que se podrá visitar hasta el próximo 30 de noviembre, es un epílogo de la gran exposición que el propio museo organizó en diciembre de 2014 con toda la obra del escultor barcelonés, procedente de museos y colecciones privadas.

Desde entonces, ha explicado hoy el director del MEAM, José Manuel Infiesta, la Fundación de las Artes y los Artistas, que impulsó el museo, ha realizado una labor de recopilación y adquisición de obras del escultor, ampliando así su colección.

Infiesta ha dicho que “esta colección es el embrión de una futura colección de escultura catalana con el objetivo de contar con un museo con las obras de los principales escultores de Cataluña, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad”.

La muestra conforma la colección más amplia y una de las más importantes que existen en Cataluña del escultor, juntamente con la que se encuentra en el MNAC e incluye obras tan destacadas como “Desconsol”, “Vora l'aigua”, “Meditació” o “Idil·li”.

Desde la exposición de 2014, han aparecido dos obras que entonces no se exhibieron, “una versión de 'Vora l'aigua”, adquirida por la fundación a la editorial Hachette y que había pertenecido a Salvat Editores; y “Juventud (o la cabellera)”, comprada a un particular.

El carácter antológico viene de la representatividad de técnicas y materiales utilizados como mármoles, bronces, terracotas y yesos, pero también por las diversas etapas de la obra de Llimona.

Pero también, como ha indicado la principal especialista en Llimona, Natalia Esquinas, “se trata de obras que habla de los diferentes momentos por los que pasó el escultor, desde obras de su primera etapa como 'Ramon Berenguer el Vell' o 'Paje florentino', vinculadas al historicismo, cuando Cataluña mira a su pasado coincidiendo con la Renaixença y justo después de su vuelta de Roma”.

Una versión de mayor tamaño de “Ramon Berenguer” se encuentra actualmente en el Palacio de Justicia de Barcelona.

La obra “La modestia” (1891) significa, según Esquinas, el inicio del Simbolismo en Cataluña y, siguiendo esa evolución, “Desconsol” supone “el sentimiento hecho piedra, que conectaría mucho con la obra de Rodin”.

La obra religiosa de Llimona está representada por un Cristo en la cruz en yeso a tamaño natural; igual que la exposición también incluye dos piezas funerarias, una de ellas idéntica a la que se conserva en Comillas (Cantabria), y un retrato de su nieto.

Una de las obras más monumentales de la exposición es “Cataluña y las ciencias”, que “constata la fuerte vinculación de Llimona con la política catalana”, una obra que en su versión más grande se encuentra hoy en el edificio del Institut d'Estudis Catalans, aunque originariamente el artista la realizó para la Biblioteca de Cataluña“, ha comentado Esquinas.