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María Marín, la “cantaora” de Utrera que nació en Holanda

María Marín, la "cantaora" de Utrera que nació en Holanda

EFE

La Haya —

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Holanda fue “quien sacó” a los escenarios a la cantaora que la guitarrista María Marín llevaba dentro cuando llegó a La Haya con 22 años buscando abrirse horizontes, cuenta a Efe esta artista sevillana que presenta esta semana su primer disco flamenco.

Empezó a tocar la guitarra con tan solo siete años, en el conservatorio de música de su Utrera natal, y su historia es “fuera de lo común”, como ella misma reconoce: integra la figura de cantaora y guitarrista, una combinación “no muy frecuente”, dice.

Cuando terminó sus estudios de guitarra clásica en Sevilla quiso ir a La Haya para hacer un máster.

“El profesor que había aquí era un crack y yo quería vivir esa experiencia, aprender el idioma inglés y, por supuesto, el crecimiento personal y profesional que eso iba a significar. Así que me vine para acá por ese año”, recuerda, con entusiasmo.

Lo que iba a ser una experiencia corta terminó siendo el comienzo de la carrera de una cantaora y guitarrista en un país enamorado del flamenco, pero donde es difícil “encontrar tu sitio para toda la vida” porque es totalmente opuesto en carácter a Sevilla, su estilo de vida, su música y su gente.

Considera que los holandeses están “hambrientos de flamenco” porque “no están acostumbrados a mostrar sus emociones y les sorprende la vida” que tiene este género musical.

“Mucha gente que viene a mis conciertos acaba llorando y mis alumnos en el coro vienen a clase porque necesitan expresarse y esto les ayuda”, explica.

No obstante, lamenta que mientras en España hay mucha gente que hace flamenco, “se aprecia menos el género o se le da menos valor, porque los artistas lo tienen muy duro para sobrevivir como músicos” y, para ella, Holanda le ha aportado la posibilidad de llevar a cabo sus proyectos y estar en teatros importantes de Europa.

“Mi familia siempre ha sido muy aficionada al flamenco. Vengo de una tierra que, alejándome mucho de los clichés y prejuicios, es muy flamenca, de la que han salido muchos artistas muy buenos, y se considera una de las cunas del flamenco”, explica.

Esta joven treintañera ha crecido escuchando flamenco en casa por la afición de sus padres y porque su madre en especial “canta superbién, aunque nunca se ha dedicado a ello profesionalmente”, explica.

Reconoce que no sabe si hubiera optado por el cante flamenco si se hubiera quedado en Utrera porque “le tenía mucho respeto”, pero cuando llegó a Holanda surgió la oportunidad de “quitarse esa espinita”.

“El cante siempre lo he estudiado de forma autodidacta y la guitarra ha sido con más disciplina y formación académica. Esa es la diferencia”, subraya.

El cante es “un instrumento propio” y lleva al artista a “diferentes lugares en un escenario” y no es lo mismo que tocar música clásica, donde se cuenta con el apoyo de una partitura y siguiendo un guión.

“La primera vez me sentí muy libre con el cante, tuve una conexión muy especial con esa parte de mi cultura y mi raíz. Nadie me había enseñado pero yo había crecido con ello. Fue una experiencia de la que me acordaré toda la vida”, asegura.

Desde entonces, ha colaborado con diferentes proyectos discográficos y trabaja con diferentes géneros musicales, como el jazz, clásico y flamenco, pero “llevaba mucho tiempo con la necesidad de sacar un álbum” que la representara como cantaora y guitarrista.

Este disco, financiado con sus ahorros y que compara con “tener un hijo”, es su primer álbum como solista y una carta de presentación al mundo del flamenco, donde busca hacerse hueco entre los grandes.

Titulado “Junio”, es una recopilación de momentos de su infancia con composiciones de guitarra propias y una mezcla de música clásica y flamenco, donde también rescata algunos cantes tradicionales, un poema de San Juan de la Cruz y piezas clásicas, lo que resume en “un disco muy personal en el que se refleja una búsqueda continua de identidad artística”.

Lo presenta el próximo viernes en los escenarios de La Haya pero también lo hará en Madrid el 22 de marzo en el Centro Cultural Eduardo Úrculo y el 23 en el de Fernando de los Ríos, y está organizando su estreno en Sevilla.

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