Mientras la mayoría de sus compañeros bailan en el Open Arms, Tagnabou Elvis permanece sentado en silencio ajeno a la fiesta improvisada a escasos metros. No quiere unirse al resto, insiste. Sus dolores en el hombro y la cabeza dificultan que su mente se despida del todo de Libia, pero tiene una pregunta. “Cuando lleguemos a España, ¿cuándo y cómo puedo aprender a hablar vuestra lengua?”.
El joven de Burkina Faso acaba de conocer la noticia.El Gobierno español ha concedido a los 60 rescatados del Open Arms un permiso de residencia legal de 45días, el mismo que otorgó a los migrantes del Aquarius. Hoy respira más tranquilo que ayer. Elvis ahora no piensa en qué pasará tras ese periodo de tiempo. Solo parece centrarse en empezar cuánto antes en el lugar que cree que está dispuesto a acogerle.