El Círculo de Empresarios pide fiscalidad estable y menos carga para las empresas

El Círculo de Empresarios ha reclamado hoy un sistema impositivo estable, neutral y más simple, así como una menor carga impositiva para las empresas, con vistas a la reforma fiscal integral que el Gobierno ha anunciado para marzo de 2014.

En un documento titulado “Una reforma fiscal para consolidar el crecimiento y recuperar la confianza y el empleo”, el Círculo considera que la reforma debe potenciar la recuperación de la demanda interna, aumentar el peso del sector industrial, el tamaño medio de las empresas españolas y fortalecer la internacionalización y la competitividad.

En este sentido, pide reducir la carga fiscal sobre la actividad económica bajando el impuesto de sociedades, para el que pide además un tipo único, y aboga por bajar la carga tributaria que soporta el factor productivo del trabajo, lo que cree que se compensará cuando se recupere el empleo.

Respecto a la posibilidad de que una rebaja de la imposición directa se vea compensada por una subida de la indirecta, como recomienda la Comisión Europea, el Círculo advierte de que un incremento del IVA en el sector servicios podría provocar una pérdida de competitividad del turismo español.

Sobre la fiscalidad medioambiental reclama evitar mayores precios de la energía consumida en procesos industriales, para no dañar la competitividad de la industria.

Para lograr un sistema impositivo estable, neutral y más simple propone suprimir el impuesto sobre el patrimonio, porque cree que supone una doble tributación en la renta en su componente de ahorro, y establecer un tipo reducido para el impuesto de trasmisiones patrimoniales en tanto no haya concluido el saneamiento del sector inmobiliario.

Reclama equiparar el tratamiento tributario de las actividades económicas realizadas por personas físicas aproximando los tipos del IRPF a los de sociedades.

Considera que hay que reordenar las potestades tributarias del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, al menos en lo que tiene que ver con la tributación de las empresas, de forma que se garantice la unidad de mercado.

Asimismo, exige leyes más sencillas y reducir la presión fiscal indirecta que soportan las empresas, “reconduciendo a términos razonables” las obligaciones de información, la duración de las actuaciones de comprobación y los tiempos de resolución de conflictos.

Para fomentar el tamaño medio de las empresas propone ampliar las bonificaciones fiscales por la reinversión de beneficios, mayores incentivos a la inversión internacional, un régimen de deducciones de I+D más flexible y establecer regímenes especiales de IRPF para favorecer la retención y atracción del talento.

Por otra parte, señala la importancia de mejorar la eficiencia de la administración en la lucha contra el fraude y en la relación de la administración tributaria con sus contribuyentes.