EE.UU. sanciona a ocho bancos y 26 empleados financieros norcoreanos en el extranjero

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso hoy sanciones a ocho bancos norcoreanos y veintiséis representantes financieros que trabajan en China, Rusia, Libia y Emiratos Árabes Unidos, como respuesta a las continuadas provocaciones militares del régimen de Kim Jong-un.

“Estamos sancionando a bancos de Corea del Norte y representantes financieros que actúan en nombre de los bancos norcoreanos en todo el mundo”, dijo el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, al anunciar esta nueva ronda de medidas.

Estas, aseguró Mnuchin, “ahondan en las estrategia de aislar completamente a Corea del Norte para lograr nuestros objetivos generales de una península coreana pacífica y desnuclearizada”.

Entre las entidades sancionadas figuran el Banco de Comercio Exterior y el Banco Central de la República Popular Democrática de Corea, así como el Banco de Desarrollo Agrícola o el de Desarrollo Industrial Internacional, entre otros.

También se ven afectados representantes financieros internacionales de Corea del Norte con base en China, Rusia, Libia y Emiratos Árabes Unidos.

Como resultado, quedan congelados los activos que estas entidades puedan tener bajo jurisdicción estadounidense y se prohíbe realizar transacciones financieras con ellas por parte de estadounidenses.

La pasada semana, el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que pretende asfixiar las finanzas norcoreanas y que, afirmó, “expande significativamente la autoridad (de EE.UU.) para perseguir a individuos, compañías e instituciones financieras que financian y facilitan el comercio con Corea del Norte”.

“Los bancos extranjeros afrontarán una amenaza clara: hacer negocios con Estados Unidos o facilitar el comercio con el régimen sin leyes de Corea del Norte”, avisó Trump, durante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Las continuas pruebas de armas de Pyongyang, que le han deparado dos nuevos paquetes de sanciones de la ONU solo en 2017, y el tono beligerante de Trump han elevado la tensión en la península coreana en el último año.