El Gobierno galo apuesta por un déficit del 2,7 % en 2017 y rechaza críticas

El ministro francés de Economía, Michel Sapin, presentó hoy su proyecto de presupuesto para 2017, que prevé reducir el déficit hasta el 2,7 % para cumplir con los compromisos europeos, al tiempo que rechazó las críticas a sus cuentas de otros organismos y de la oposición.

Las cuentas previstas por el Ejecutivo, las últimas del actual mandato del presidente, el socialista François Hollande, antes de las presidenciales de la próxima primavera, prevén un incremento del gasto de 7.400 millones de euros, hasta los 381.700 millones.

El proyecto, que en los próximos meses será debatido y enmendado en el Parlamento, prevé también un incremento de casi 5.000 millones de los ingresos, hasta los 307.000 millones, gracias en particular a una subida prevista de 4.400 millones del impuesto sobre el valor añadido.

El Gobierno socialista ajusta los gastos de la administración pública, pero eleva la atribución en educación, que recibirá 3.000 millones suplementarios, en particular para crear 11.000 puestos nuevos en la docencia, el empleo, con 2.000 millones más, el mismo incremento destinado a la seguridad, con la creación de 2.100 empleos en la Justicia y 1.746 en Interior.

También se prevé una reducción de los gastos de las administraciones locales.

Las cuentas incluyen también una bajada del impuesto sobre la renta de 1.000 millones de euros, que Sapin aseguró que afectarán a 5 millones de hogares, aquellos que tienen unos ingresos más bajos.

También descenderán los impuestos patronales que el ministro cifró en 5.000 millones.

El ministro de Economía se defendió de las críticas que han recibido sus previsiones, en particular las de crecimiento del PIB del 1,5 % y de reducción del déficit hasta el 2,7 %.

En especial los matices procedentes del Consejo de Finanzas Públicas (HCFP), una instancia independiente destinada a revisar las cuentas estatales.

Ese organismo consideró “optimistas” las previsiones de crecimiento del Gobierno y estimó “improbable” que el déficit, que este año está fijado en el 3,3 %, se reduzca seis décimas porcentuales.

Sapin aseguró que el HCFP no siempre ha acertado en sus pronósticos y apostó por mantener la previsión de crecimiento al considerar que para 2017 el impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea será “más limitado que en los primeros análisis”.

Otros organismos son más pesimistas sobre los progresos de la economía francesa. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que el PIB francés crecerá un 1,3 % en 2017, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa su previsión en el 1,2 %.

El proyecto de presupuesto del Ejecutivo prevé, además, que el impuesto sobre la renta sea retenido de los salarios de los trabajadores y no como hasta ahora pagado de forma independiente.