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En memoria: Rogelio Barrero

Rogelio Barrero, secretario general del PCEx

Carlos Canelo, abogado

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Me han comunicado el fallecimiento de Rogelio Barrero Jara, secretario general del Partido Comunista de Extremadura, una pérdida irreparable y lamentable; en esta sociedad del espectáculo político que se ha instaurado, hay personas interesantes y personas imprescindibles; Rogelio Barrero pertenecía a estas últimas; la interinidad que abre en el comunismo extremeño se me antoja insustituible, dentro de lo prescindible que todos somos en la lucha política y social.

Se echó a los riñones el partido en una época muy difícil, cuando el comunismo había dejado de ser el sueño de muchos, y demasiados de sus inquietos comerciaban con sus ideas buscando hospedaje en butacas más cómodas o más ostensibles que la lucha proletaria; comprendió que antes de que escampara el vendaval y las nubes se disiparan había que mantener al partido fuera de la volubilidad de izquierdas desposadas, en una región donde su cepa era muy escasa; vivió con esa sobriedad que solo da la aspereza del jornalero ancestral en su lucha imaginaria y nunca buscó misericordia con sus ideas para ampliar la mecedora plebiscitaria.

Supo pertrecharse del bagaje político personal y teórico necesario más allá de la intuición para transitar un tiempo tan líquido y veleidoso como el de este tramo histórico para mantener esas ideas; a veces las conversaciones telefónicas esporádicas se convertían en disertaciones absorbentes sobre la ciencia política y sus inquilinos y argumentos; recorría y explicabas las categorías marxistas y gramscianas con la sencillez y llaneza del obrero apasionado y enardecido, con ese pecado atávico de ser extremeño y condenado, por tanto, a la supervivencia en esta tierra; en fin, aquí nos quedas Rogelio, más desabrigados que cuando tú estabas, entre la estolidez de unos y la fascinación de otros, pero tendremos que seguir el camino, seguiremos construyendo enjambre junto a Carmen y los tuyos; no te preocupes, que trataremos de que la cosecha no se pierda ¡Hasta siempre!

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