Un alto en Extremadura, el camino a la playa

Extremadura se encuentra en la ruta de un viajero que para muchos pasa desapercibido.Atraviesa la región entre mayo y junio de camino a la costa y retorna entre septiembre y octubre, de vuelta a Inglaterra, Alemania, Francia y Países Bajos. Extranjeros seniors, muy independientes y amantes de la cultura, que pasan entre tres semanas y dos meses en las playas portuguesas y españolas disfrutando de un verano más bondadoso que el de sus países. Llegan hasta ellas a través de una Vía de la Plata, que les resulta especialmente cómoda porque tiene poco tráfico.

En medio de centenares de kilómetros acumulados entre el volante y el ferry, la comunidad autónoma les resulta un sitio perfecto para hacer un descanso de al menos una noche. Una estancia que resulta especialmente rentable.

Fieles y rentables

“Son muy fieles y si se encuentran cómodos repiten año tras año”, asegura Victoria Bazaga, presidenta de Fextur, la Federación Extremeña de Turismo Rural. Sabe bien de qué habla porque en su hotel, La Encarnación de Casar de Cáceres, llevan hasta ocho años recibiendo a los mismos huéspedes de esta travesía, siempre en las mismas fechas.

“Los ingleses suelen llegar a la provincia de Cáceres sobre las seis de la tarde y hacen una noche. Nos adaptamos a lo que necesitan, desde un baño en la piscina sea la hora que sea, hasta servirles la cena y el desayuno más temprano de lo habitual o acoger a los animales con los que viajan…”, cuenta la gerente de La Encarnación.

Curiosamente, en su regreso a Europa entre septiembre y octubre, más que parar en Extremadura lo hacen en Castilla y León porque les coincide con las horas prevista de descanso.

Turistas residenciales se les llama, parejas que tienen entre 60 y 80 años y que no miran precios cuando de asegurarse la comodidad se trata. De hecho, suelen elegir las habitaciones más caras porque las relacionan con seguridad y han ayudado en buena medida a mantener el sector de la hostelería regional en los peores años de la crisis, al repetir cada temporada una estancia que el turismo nacional tuvo que dejar de lado.

Es más, una vez que se encuentran a gusto en un alojamiento lo reservan de año en año directamente, sin intermediarios, lo que supone para los empresarios un importante ahorro en las comisiones que generan los portales de búsqueda.

Objetivo: aumentar su estancia

Ese viajero es rentable para Extremadura y los expertos consideran que hay que poner más la vista en ellos para que se queden más tiempo en la región.

¿Cómo? Adaptándose a sus horarios, ofreciéndoles aquí las fórmulas de ese turismo residencial que han encontrado en la costa y promocionando la comunidad autónoma como destino tanto en sus países de origen como en los medios de transporte que utilizan en su periplo, por ejemplo enlosferriesque muchos de ellos cogen para cruzar el charco con sus cochescargados con generosos equipajes.

Los hosteleros de la playa han sabido adaptarse a sus costumbres aunque ello les haya obligado a reajustar relojes y a abrir las puertas a concesiones como el hospedaje de mascotas. De hecho son muchos los que vienen con ellas por la larga estancia que van a pasar fuera de casa. Cuando llegan a Extremadura buscan los sitios en los que pueden encontrar estas ventajas.

Buscan alojamiento sobre todo en los pueblos, atraídos por la naturaleza del entorno y la singularidad de muchos de los edificios convertidos en establecimientos rurales. Les llama la atención que en su día fueran cortijos o molinos, son amantes de la gastronomía más popular y les encanta que los pueblos les brinden la oportunidad de encontrar aparcamiento fácilmente, sin las incomodidades del tráfico en un sitio más grande.

Turistas de paso, muy preparados social y culturalmente y sin problemas a la hora de abrir el monedero. De hecho gastan más dinero en menos tiempo que otros viajeros en más días.Urge prestarles más atención, empezando por ponerse al día con el inglés para facilitarles la comunicación.

Si se sienten bien acogidos tal vez acaben haciendo de Extremadura el destino perfecto de su tiempo libre, más allá de una noche en su viaje hacia la playa.