Dentro del macroevento de un gurú del “desarrollo personal y las finanzas”: “Se aprovecha de nuestras carencias”

Imagen del evento 'Tu Riqueza Eres Tú' el viernes 12 de abril, Palacio de Vistalegre (Madrid).

Ray Sánchez

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Ana María, de 41 años, trabaja como cajera en un supermercado. En la medianoche del jueves al viernes se subió a un autobús en Murcia, durmió lo que pudo, y sobre las seis de la mañana puso los pies en Madrid. Antes de que amaneciera, cogió el Metro para llegar pronto al barrio de Carabanchel, en el sur de la ciudad, y así pillar un buen sitio en la fila. Quería estar entre las primeras cuando abrieran las puertas del evento que le ha traído a la capital. Se llama 'Tu Riqueza Eres Tú' y lo imparte el “coach y emprendedor” alicantino Sergio Cánovas Rico en el Palacio Vistalegre durante este fin de semana: tres jornadas maratonianas en las que promete descifrar algunas claves para lograr la “libertad financiera”. 

También enseñará a desterrar “creencias limitantes” que nos impiden, a la mayoría de los mortales, dedicarnos a “tragozar”; un acrónimo de “trabajar gozando” que significa, según Cánovas, dejar de ser un “esclavo” o un “prostituto del trabajo” para “hacer lo que amas”. “Transmite buena energía”, aseguraba Ana María este pasado viernes al mediodía, a punto de acceder a las gradas de Vistalegre tras más de cinco horas de pie en la calle. A pesar de todo el trajín, la mujer espera regresar a Murcia con “las pilas bien cargadas”. Si se queda hasta el final del evento, no podrá volver hasta el domingo por la noche, cuando culmina la sesión final en la que Cánovas Rico animará a los asistentes a entrar en su 'Universidad del Éxito', un ciclo de cursos intensivos de “desarrollo personal y financiero” cuya inscripción asciende a unos 6.700 euros.

Ana María es una de las más de 8.000 personas –según la organización– que se han congregado en este evento multitudinario que también siguen en directo, a través de Zoom, otros miles de espectadores de varios países tras pagar 55 euros por una entrada telemática, mientras los boletos presenciales más asequibles costaban 111 euros. “Somos la escuela de desarrollo personal más barata del mundo. Recibes lo que das multiplicado por 1.000”, presume la web del evento, donde se anunciaba un sold out en los días previos al evento aunque, según buena parte de los asistentes a Vistalegre consultados por este periódico, son muchos los que han acudido con invitaciones.

Tras la inscripción, todos recibieron un cuadernillo que no debía abrirse hasta que arrancase el evento. Además, según las indicaciones contenidas en el mismo correo electrónico de confirmación, al recinto había que entrar provistos de bolígrafo, un espejo, un alfiler, tres o cuatro globos, una “goma elástica del tamaño de la muñeca” y un billete de 100 euros o dos de 50. “Es importante que sean auténticos para poder realizar la dinámica correctamente”, indicaba la organización en las instrucciones enviadas a los asistentes.

Según las indicaciones contenidas en el mail de confirmación, había que acudir al evento provistos de un bolígrafo, un espejo, un alfiler, tres o cuatro globos, una 'goma elástica del tamaño de la muñeca' y un billete de 100 euros o dos de 50. 'Es importante que sean auténticos', indicaban

Una “inversión” para un futuro mejor

“Tengo sed de transformación”, proclamaba este viernes Adriana, brasileña de 46 años y propietaria de un establecimiento de “repostería regenerativa” en Barcelona, en la cabeza de la interminable fila que serpenteaba en los alrededores del Palacio de Vistalegre el viernes y en la que desentonaba un señor de 84 años, Francisco Hurtado, al que delataba no llevar el escapulario con la tarjeta del evento que colgaba del cuello de todos los asistentes. “Estoy aquí esperando a la mujer, que está comprando”, se excusaba el hombre, carabanchelero de nacimiento, sentado en un poyete y totalmente ajeno a lo que ocurría a su alrededor. “Aquí viene a menudo mucha gente, pero no sé qué toca hoy”. Se lo intentó explicar Ruth, paraguaya de 33 años y residente en Catalunya: “Es un evento de personas emprendedoras que quieren llevar su negocio a un siguiente nivel”. Francisco respondió con un elocuente “uy, madre” que soltó resoplando y ladeando la cabeza. “Creo que no me he enterado de nada”, admitía después. Ruth no se frustró, porque venía entusiasmada: “Sé que tengo potencial y esto es alimento para mi desarrollo personal”.

Para Ruth, este fin de semana en Madrid es una “inversión”. También se lo toma así Unai, de 44 años, procedente de Vitoria-Gasteiz. “Aprender siempre lo es, y el tema del desarrollo personal es interesante para crecer, abrir la mente y empezar nuevas cosas”, argumentaba este coach, actor y malabarista vasco. “Somos soñadores”, proclamaba Alexander, colombiano de 43 años y mecánico de profesión que quiere seguir formándose como emprendedor para “buscar el cambio”. “El sistema convencional no te enseña más que a trabajar, a tener una nómina y a esperar la jubilación”, afirmaba acompañado de su hermana Diana, de 45 años, que trabaja como cuidadora en Alcázar de San Juan (Ciudad Real). La mujer migró a España hace 15 años, ha peleado para salir adelante siendo madre soltera y se está formando en coaching porque le apasiona: “Siempre he estado enfocada a mi hijo y estaba convencida de que no se podían cambiar las cosas, pero ahora veo posible un cambio profesional y poder aportar a otras personas”.

A Carmen, zaragozana de 48 años, también le mueve “estar al servicio de las personas, dar y compartir”. Viste la camiseta morada que la señala como parte de la “crew” del macroevento y es la entusiasta animadora que alienta a los que aguardan en la cola: “¡Gente bonita, os amo!”. Carmen fue voluntaria en los eventos de Sergio Cánovas Rico hasta hace unos meses, cuando fue contratada por su empresa, Crea Tu Huella, como “responsable de la felicidad” de los más de 1.000 “embajadores” de “la tribu”, como se denomina a la comunidad de personas que se inscriben en las formaciones o en los “campamentos de liderazgo” que ofrece este nuevo gurú que adquirió sus dotes persuasivas trabajando como comercial de ventas.

Somos soñadores', proclamaba Alexander, colombiano de 43 años y mecánico de profesión que quiere seguir formándose como emprendedor para 'buscar el cambio'. 'El sistema convencional no te enseña más que a trabajar, a tener una nómina y a esperar la jubilación', afirmaba

La extraordinaria energía de Carmen se desataría después sobre el escenario de Vistalegre cuando salió a bailar, pasadas las 14 horas del viernes, al ritmo de Chayanne, que atronaba por megafonía para dar comienzo al evento. Bailaron hasta en el salón de sus casas espectadores que seguían el evento por Zoom, mientras otros aprovechaban para almorzar o apuraban un yogur delante de la cámara. Después se proyectó un vídeo dedicado a los “héroes y heroínas” que llenaban el recinto y “quieren dejar huella” en el mundo. “Muchos han hecho historia antes que tú”, proclamaba una voz en off mientras por la pantalla desfilaban imágenes de Martin Luther King, Steve Jobs, Albert Einstein o la madre Teresa de Calcuta. 

Un chute de autoestima para cada uno de los asistentes en el momento de la aparición de la estrella de 'Tu Riqueza Eres Tú'. “¿Cómo está Madrid?”, gritó Sergio Cánovas Rico y el público se puso a aullar. Micro de diadema en el cráneo surcado por trenzas, barba perfilada, polo negro serigrafiado y menos burpees que otros de los musculados profetas de la libertad financiera. Pero entre las butacas VIP, por las que se puso a pasear para saludar a seguidores emocionados, algunos le miraban con devoción. “He hecho trece horas de vuelo para estar aquí”, le hizo saber uno de ellos.

“Uno de los mejores vendedores de España”

El subidón se mantuvo a base de ráfagas de temazos bailables mientras Cánovas Rico continuaba agasajando al público. “No hay nadie más que tú, eres el único responsable de todo lo que sucede en tu vida”, decía como en una conversación a solas, pero dirigiéndose a una muchedumbre. No tardaría en recordar su precoz y deslumbrante vida laboral: a los 14 años se puso a trabajar como peón de albañil en su Alicante natal porque, huérfano de padre, quería ayudar a su madre y “no ser una carga”. “Estoy aquí porque aprendí muy joven a ganar mucho dinero”, explicó mostrando sus credenciales, las de un hombre hecho a sí mismo que a los 25 años era “uno de los mejores vendedores de España” con una nómina de “50.000 euros al mes”. Si él pudo —“sin estudios, sin idiomas, sin relaciones influyentes”— quizás los demás también podemos aprender cómo “multiplicar el dinero”.

'No hay nadie más que tú, eres el único responsable de todo lo que sucede en tu vida', decía Cánovas Rico como en una conversación a solas, pero dirigiéndose a una muchedumbre

Es una nueva versión del milagro de los panes y los peces. Porque todo remite a una ceremonia religiosa. Hay mucha liturgia y se pide a los asistentes que se den la paz chocando esos cinco. Es una forma de “amar al prójimo”, predica el orador. “Si eres buena persona mereces la abundancia del mundo”, apuntó más tarde este discípulo del estadounidense Tony Robbins, que salpica su discurso con guiños ecologistas en defensa del medio ambiente, como cuando confiesa que “compraría todas las reservas naturales del planeta para que nadie las deforeste”.

Después desvelará que ya ha adquirido unos terrenos paradisíacos en Colombia, con manantiales y cascadas, en los que planta frutales y cosecha cacao. Se lo cuenta a un auditorio en el que hay cientos de personas de origen colombiano que tuvieron que abandonar su país. “Yo no creo en las fronteras, para mí Colombia me pertenece tanto como a ti, al igual que España es tan tuya como mía”, le dirá más adelante a un asistente. Fue en uno de los muchos meandros por los que discurrió la primera y caudalosa disertación del evento, en la que Cánovas Rico proclamó, en el mismo recinto que acogió actos fundacionales de Podemos o Vox, que él no cree en los partidos políticos: “No quiero que aquí vengan los del PP ni los del PSOE, quiero que vengan todos”.

Si él pudo aprender a 'multiplicar el dinero' —'sin estudios, sin idiomas, sin relaciones influyentes'—, los demás también. Una nueva versión del milagro de los panes y los peces. Todo remite a una ceremonia religiosa y se pide a los asistentes que se den la paz chocando esos cinco

Apagar el móvil hasta el lunes

Al principio de la primera de las tres jornadas, Cánovas Rico dio algunas instrucciones a los asistentes, como “apagar el móvil hasta el lunes” para que estuvieran centrados en el evento. “Solo puedes encenderlo para una cosa: hacer stories y promocionarnos”, apuntó para recordar que Vistalegre se le queda pequeño y en verano aspira a llenar otro gran recinto de Madrid, el Wizink Center, como preámbulo al salto, quizás, al estadio Santiago Bernabéu. Que el público desconecte del exterior garantiza otro de los mandamientos del evento: la confidencialidad. “Lo que tú vivas, sal y cuéntalo, haznos publi gratis, pero lo que le pase al compañero de al lado no lo cuentes, porque así nos podemos sentir en un entorno seguro”.

Fue entonces cuando los asistentes pudieron abrir, por fin, el enigmático cuadernillo “impreso en papel reciclado”. Un ejercicio que presentó como un “orgasmo compartido” mientras sonaba un trasunto de banda sonora de película erótica. “Ay, qué rico”, gemía Sergio Cánovas como homenaje a su segundo apellido. Aquello solo era un preliminar, y el cuadernillo aguardaba 'dinámicas' menos cariñosas. “Si no te estás relacionando bien con el dinero, no te estás relacionando bien con el amor propio”, sentenciaba Cánovas Rico mientras pedía a los asistentes que abandonasen “el rol de víctima” y pasasen “a adquirir la mentalidad adecuada para tener éxito en la vida”: el alicantino reconoció que este surtido de frases de autoayuda las ha recopilado durante años de lecturas a otros exitosos autores motivacionales.

Palabrería barata para decirte que no ganas más dinero porque no quieres. Este chico se aprovecha de las carencias emocionales de todas. Yo soy estudiante de psicología y en estos momentos me doy cuenta de la falta que hacemos

El maestro de ceremonias despachó tres horas de discurso sin descanso hasta que le relevó su socio Javi García, CEO de la empresa organizadora de un evento que —según declaraba a los asistentes— “cuesta medio millón de euros” y no sale a cuenta a pesar de los miles de asistentes. “Pero me da igual perder dinero, yo esto lo haría pagando”, dijo Cánovas Rico como para predicar con el ejemplo y antes de tomarse un descanso, mientras en el chat de Zoom en el que seguimos la retransmisión de 'Tu Riqueza eres Tú' trascendían las primeras quejas. “Palabrería barata para decirte que no ganas más dinero porque no quieres. Este chico se aprovecha de las carencias emocionales de todas. Yo soy estudiante de psicología y en estos momentos me doy cuenta de la falta que hacemos”, escribía una usuaria identificada como Casandra. 

Todo esto ocurría cuando el evento no había hecho más que comenzar. Antes de terminar la sesión del viernes, los asistentes descubrieron por qué se les había pedido que llevasen una goma elástica a la formación: según García, hay que estirarla y soltarla contra tu muñeca cada vez que se te pase por la cabeza una queja, un lamento, un pensamiento de víctima. Lo del billete de 100 euros por persona (o dos de 50) se desvelaría pronto este sábado, cuando Sergio Cánovas Rico pidió a todos los asistentes que quemasen el billete (metafóricamente) para interiorizar en el subconsciente lo que supone derrochar el dinero. Inmediatamente después, el afamado 'coach' compartió su aportación a proyectos que desarrollan ONG en Etiopía. Entonces animó a los asistentes a depositar los billetes que habían traído al evento en una urna para financiar estos proyectos caritativos en África. Lo dijo mientras sonaba a buen volumen una edulcorada versión del Pero a tu lado de Los Secretos con coros infantiles. Antes del parón para comer, en la urna se habían depositado ya más de 60.000 euros. “Y nada de comerse ahora un solomillo: una manzana y se vuelve”, sugirió Cánovas Rico de tal modo que parecía una orden.

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