El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria (PNV), ha comparecido de forma extraordinaria ante los medios de comunicación en la tarde de este lunes para dar explicaciones por los graves incidentes acontecidos en Vitoria este domingo tras un acto político del que fuera partido único de la dictadura, la Falange Española y de las JONS, con motivo de la fiesta nacional de España. Zupiria, acompañado de su 'número dos', el viceconsejero Ricardo Ituarte, ha admitido que “ni la ley ni la Ertzaintza” garantizaron la seguridad y que la ciudad estuvo unas horas “patas arriba” ('hankaz gora', literalmente) pero, frente a las críticas recibidas de oposición y sindicatos, ha dado a entender que el dispositivo fue adecuado y ha señalado como “únicos” responsables a quienes se “organizaron” para practicar violencia urbana contra los fascistas.
“Hay un discurso antifascista que justifica la violencia. Y eso es inaceptable”, ha señalado el titular de Seguridad, que ha indicado que los 19 detenidos -procedentes de todos los territorios vascos, incluida Navarra e Iparralde- son exclusivamente de uno de los dos grupos que se enfrentaron cuerpo a cuerpo junto a la Diputación de Álava. “No, no hay ninguna detenida de la organización convocante”, ha admitido a preguntas de los periodistas.
Sobre la Falange, la única conclusión es que la Policía vasca tiene identificado como responsable de la manifestación del 12 de octubre a su “jefe nacional”, Norberto Pico, y que se le imputarían a él posibles responsabilidades de los simpatizantes franquistas. Pero de momento no hay conclusiones. La investigación sigue abierta. En paralelo, otra ventanilla del Gobierno vasco, el Instituto de la Memoria (Gogora), estudia posibles sanciones por exaltación de la dictadura al calor de la normativa autonómica de memoria histórica de 2023. Gogora está controlado por la otra pata de la coalición vasca, el PSE-EE.
Zupiria ha insistido en la tesis de Ituarte de que fueron un grupo de otros “fascistas”, en este caso “vascos”, los que se enfrentaron a los falangistas, alrededor de medio centenar. La “violencia” y el “autoritarismo” son “características” del fascismo y este grupo las reuniría, según su criterio. Ha puesto en valor también que hubo otras dos protestas comunicadas contra el partido franquista y que se desarrollaron con normalidad, sin incidentes.
En el discurso de Zupiria subyace la preocupación por que exista en Euskadi un rebrote de “violencia urbana” ya “organizada” y con capacidad de “agresión”. “Muchos pensábamos que, con el fin de la violencia terrorista de ETA, habíamos dejado atrás para siempre comportamientos violentos y totalitarios. Pero no”, ha llegado a manifestar. Ha asegurado que la Ertzaintza deberá “prestarle mayor importancia” a estos movimientos, aunque ha asegurado que descolocan igualmente a otros cuerpos en el resto de Europa. Ha repetido que no hubo nada “espontáneo” en los hechos del domingo sino más bien premeditación y voluntad de generar el “caos” y el enfrentamiento. Los arrestados han recibido cargos por vandalismo, arrojar objetos y desórdenes públicos. Están en libertad a disposición de la justicia.
Sin embargo, a preguntas de los periodistas, se ha quedado en un “no lo sé” al ser preguntado por quién está detrás de estos actos vandálicos. Y sobre si va a haber cambios en próximos despliegues, ha lanzado un “no soy un especialista en dispositivos policiales” y ha exhibido su plena confianza en la cadena de mando de la Ertzaintza, cuestionada también por los sindicatos. Ha recordado también a los agentes heridos, una veintena, y al resto de afectados, aunque no hay una cifra oficial. Ha añadido que, en todo caso, no se deben tolerar discursos que “blanquean” o “toleran” el uso de la violencia.
Zupiria, veterano nacionalista, ha señalado que la Falange y lo que representa le generan “una repugnancia tremenda”, pero ha subrayado que es “legal” y que tiene capacidad de operar. “No será la Ertzaintza la que decida qué entra o no entra en la ley”, ha agregado para animar a los partidos a cambiar la Constitución y las leyes. Ha señalado que igualmente Vox, “anualmente”, convoca un acto en algún pueblo vasco para “provocar” y que hay actos a favor de los presos de ETA que no pueden ser prohibidos.