Las instituciones alertan ante la “ola conservadora y negacionista” que pone en peligro la lucha contra la brecha salarial
La desigualdad de salarios entre hombres y mujeres en Euskadi es de un 12,81%, cuatro puntos menos que un año antes. “Sigue siendo una injusticia”, señala Mikel Torres en la inauguración del IV Congreso sobre Brecha Salarial
Foto de familia de instituciones y ponentes en el IV Congreso sobre la Brecha Salarial. IREKIA
La brecha salarial existe, es real, y aunque se ha avanzado en los últimos años en su reducción, todavía queda un largo camino para su erradicación. El IV Congreso sobre la Brecha Salarial de Euskadi que se ha celebrado este miércoles en Bilbao, ha puesto de manifiesto las dificultades para corregir esta desigualdad salarial, que no deja de ser un reflejo de la desigualdad entre hombres y mujeres en otros ámbitos. Son unas dificultades agravadas ahora por la corriente “ultraconservadora y negacionista” que se extiende por Europa -y también por España-, según han coincidido en afirmar los representantes del Gobierno vasco y del central en la inauguración de este congreso.
El vicelehendakari segundo y consejero de Economía, Trabajo y Empleo, el socialista Mikel Torres, ha advertido del “riesgo de los mensajes negacionistas que aparecen en el horizonte político y social y que también son negacionistas de la existencia de la brecha salarial”. “La brecha salarial existe. Es una dura realidad”, ha afirmado. “Hay que combatir radicalmente ese negacionismo que debilita la situación de las mujeres, y que pretende socavar los cimientos del Estado democrático y social que ”hemos ido construyendo en las últimas cuatro décadas“, sostiene. Un negacionismo, que según ha recordado, va mucho más allá de lo salarial. ”Niega la situación de desventaja de las mujeres en sus hogares, en sus relaciones de pareja, en las empresas, en la economía, en las relaciones laborales o en el empleo“, ha señalado.
En la misma línea, la secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, la también socialista María Guijarro, ha puesto el foco en su intervención en la “avalancha ultraconservadora” que intenta detener el avance de los derechos de las mujeres. Ha insistido en que la “amenaza y el desafío es muy grande” porque en estos momentos las “mentalidades medievales” cuentan con herramientas que pueden ser más peligrosas como la tecnología y la inteligencia artificial, disciplinas científicas que, como ha recordado, están mayoritariamente controladas por hombres.
El Congreso sobre Brecha salarial, que sentará los mimbres sobre los que elaborar el tercer plan contra la brecha salarial del Gobierno vasco, ha arrancado con la noticia de que esta diferencia salarial entre hombres y mujeres en Euskadi, con datos de 2023, se ha reducido en cuatro puntos respecto al año anterior y en diez puntos si se compara con 2018. Aun así, esa brecha es del 12,81%, que es mejor dato que el 16,47% de 2022 y el 22,6% de 2018, pero que supone que las mujeres vascas cobran de media casi un 13% menos que sus compañeros varones. “Sigue siendo una injusticia”, ha señalado Torres, que ha reiterado que el objetivo es conseguir la brecha salarial cero. Para ello, ha considerado necesario conseguir “alianzas entre instituciones, empresas y sociedad civil”, pero, sobre todo, “compromiso y voluntad política”. Además de “cambiar mentalidades, eliminando estereotipos y valorando por igual el talento de mujeres y hombres”, ha señalado.
Torres ha apuntado en su intervención las líneas en las que trabaja el departamento de Economía, Trabajo y Empleo para atajar la brecha salarial, en el sentido de “plantear propuestas concretas que fortalezcan la negociación colectiva, planes de igualdad que sean efectivos y no meramente formales, transparencia retributiva, conciliación y corresponsabilidad: porque sin un reparto justo de los cuidados no habrá igualdad salarial”, ha indicado. En este sentido ha reiterado que el objetivo es que en 2030 Euskadi se encuentre “entre las cinco regiones europeas con menos brecha salarial”. Si en Euskadi la brecha está ahora en el 12,81%, la media de la UE es del 12,7%.
El Congreso, celebrado bajo el lema “Sumar para igualar”, ha reunido en Bilbao a más de 250 personas y 14 ponentes de ámbito nacional e internacional. En la inauguración ha participado, además de la representación del Gobierno vasco y del Gobierno central, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, y la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, como entidad organizadora de la jornada junto al departamento de Economía, Trabajo y Empleo.
La secretaria de Estado de Igualdad, María Guijarro, ha hecho hincapié en su intervención en cómo “el patriarcado” no ha liberado del trabajo a las mujeres, sino que les ha “otorgado” trabajos que se hacen gratis o casi gratis, y ha destacado como cuando los hombres llegan a profesiones en las que hay mayoritariamente mujeres, son los varones los que más cobran, como se ve, por ejemplo, en la alta cocina.
Precisamente esta marginación de las mujeres de los trabajos mejor remunerados y su evolución a lo largo de la historia es la que ha analizado la historiadora, investigadora y divulgadora Isabel Mellén Rodríguez, con su conferencia, “Una brecha histórica: trabajo femenino y diferencia salarial en Euskadi a lo largo de los siglos”. El pasado sirve de espejo incómodo“, ha señalado, porque muchas de las situaciones que las mujeres viven ahora son todavía ”consecuencias de decisiones que el patriarcado tomó en el pasado“, ha dicho.
Brecha sostenida por estereotipos y bulos
Mellén ha repasado la evolución del trabajo de las mujeres desde la Edad Media hasta nuestros días y cómo en las distintas épocas se ha marginado y minusvalorado el trabajo femenino, se ha dado a las mujeres los trabajos más duros, ha pagado siempre por debajo de los hombres, u obligado a permanecer en sus casas, en base a diferentes estereotipos, muchos de los cuales siguen en vigor, ha dicho. “La brecha salarial se sostiene sobre estereotipos y bulos que tienen un origen histórico y que todavía nos seguimos creyendo”. “Hay que desmontar con datos esos bulos”.
En entre ellos, ha citado que las mujeres han cobrado menos históricamente porque “debían encargarse de los cuidados familiares”, cuando “no es que debían, es que las estás obligando”; o que “cobran menos porque tienen menos fuerza, o porque tienen menos capacidad intelectual, o porque no quieren hacer los trabajos de los hombres”. Ha recordado, en este sentido, las luchas históricas de mujeres por ocupar espacios laborales que anteriormente ya habían ocupado. “Oficios de los que fueron expulsadas y a los que han intentado regresar y no se les ha puesto más que trabas”. O también el estereotipo de que “cobran menos porque los sectores feminizados, como los cuidados, no supone un gran esfuerzo”, lo cual es “falso”; o que “cobran menos porque generan menos”. “También falso, porque en cuanto un trabajo es lucrativo enseguida llegan los hombres y acaban expulsado a las mujeres, como ha sucedido en el textil, el deporte profesional o la alta cocina”. “Es decir, las mujeres siempre han sido motor económico salarial y social”, ha señalado. “La brecha salarial es un fenómeno histórico que se ha ido endureciendo según lo hacían las condiciones de las mujeres dentro del patriarcado de cada tiempo”. Y ha recordado que el trabajo se ha pagado históricamente, no en función de producto que haces, sino “en función de quién eres, de los estereotipos interiorizados, que son los que sostienen la brecha salarial”. “Si cambiamos los discursos y la narrativa en torno a las mujeres, lograremos entre otras cosas, acabar con la brecha salarial”, ha afirmado.
El acto de apertura del congreso ha contado con la presencia entre el público del consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, y la viceconsejera de Trabajo y Seguridad Social, Elena Pérez Barredo, o la delegada del Gobierno, Marisol Garmendia, entre otros.
En su intervención, la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, ha destacado que “la brecha salarial es un problema complejo, de carácter estructural y multidimensional cuyo abordaje requiere también una respuesta que ha de ser integral y ha de venir de todos los agentes y ámbitos implicados”. En este sentido, ha recordado que “la igualdad salarial supone un beneficio para toda la sociedad. No es solo un paso adelante en los derechos de las mujeres, sino que además contribuye al crecimiento económico, al aumento de la productividad, de la satisfacción laboral y a la conciliación corresponsable de la vida familiar, personal y laboral, entre otros”.
Por su parte, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha señalado la importancia del “reto” de llegar a la “plena igualdad”. “En Euskadi y en Bilbao, hemos avanzado, pero no debemos conformarnos” ha dicho, y ha señalado como objetivo parecerse en este ámbito a países como Islandia, porque la igualdad salarial es “una cuestión de derechos humanos”, ha señalado.
Concentración de trabajadoras de limpieza de los juzgados a las puertas del Palacio Euskalduna. ELDIARIO.ES/EUSKADI
A las puertas del Palacio Euskalduna se han concentrado coincidiendo con el arranque del Congreso, trabajadoras del servicio de limpieza de los juzgados subcontratadas por la empresa Serveo, precisamente por el boqueo de las negociaciones que mantienen con la empresa para “acabar con la brecha salarial que existe en el sector”. “En el mismo sector de limpieza, los subsectores masculinizados cobran muchísismo más que los faminizados, independientemente de realizar funciones similares”, denuncian.
Como se trata de un servicio “subcontratado por el Gobierno vasco” creen que la administración debería “implicarse y poner medios para combatir la brecha salarial”. Han pedido una reunión con el departamento sin tener, de momento respuesta. “Queremos dejar de ser trabajadoras de menor categoría, por el simple hecho de ser mujeres”.
elDiario.es/Euskadi
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