El rector de la EHU lleva al Parlamento Vasco un plan para captar 192 millones, pero acepta mejoras urgentes de sólo 6,2

El rector de la EHU, Joxerramon Bengoetxea, ha llegado de día al Parlamento Vasco y ha salido de noche. Literalmente. En su campaña para combatir la “infrafinanciación” universitaria, que le ha llevado en las últimas semanas a una confrontación dialéctica de cierto voltaje con el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, independiente propuesto por el PNV y él mismo exrector, confiaba en una comparecencia excepcionalmente vespertina para que, en plena tramitación de los presupuestos de 2026, se puedan aún introducir enmiendas a las cuentas. En puridad, ningún partido le ha hecho esa promesa.

Bajo el brazo, a la llegada, llevaba un 'dossier' con un plan para ganar 192 millones. Eso sí, ha rebajado a 6,2 las actuaciones verdaderamente urgentes. A la salida, ningún partido de la oposición ha concretado si asumirá todo o parte del plan de Bengoetxea, aunque ha recibido muy buenas palabras de los tres grupos, EH Bildu, PP y Sumar, y el PNV y el PSE-EE, que tienen mayoría absoluta y la llave de cualquier movimiento, han remarcado, por el contrario, que el dinero en 2026 para la Universidad va a subir casi más que para cualquier otra materia.

Bengoetxea ha desglosado en la Cámara las carencias que, a su juicio, tiene la EHU. Ha repetido ejemplos ya ofrecidos en ruedas de prensa y otras intervenciones. Ha insistido, por ejemplo, en que los sueldos no son atractivos para atraer talento. Ha contado que una profesora le ha trasladado que cobra 600 euros menos que en la privada de la que procedía. GAUR, como se llama la plataforma digital para estudiantes y docentes, mantiene su mismo diseño desde hace lustros. Y las notas de la Selectividad se meten a mano, una por una, ha indicado.

Esos 192 millones adicionales que serían precisos se reparten en 4,6 para digitalización, 74,3 para “cuidado de personas” y subidas salariales, 42,3 para infraestructuras, 59,7 para autonomía universitaria, 5,5 para investigación, 0,3 para internacionalización y 5,1 para otras necesidades. El rector ha entregado una memoria USB a los parlamentarios con un resumen y la propuesta completa, de 538 páginas. Eso sí, las actuaciones imprescindibles son mucho más modestas, de 6,2 millones. En personal, además, de 150 incorporaciones pendientes entiende que se podría empezar a operar con 28 administrativos. Hace unas semanas, aludía a un riesgo de parálisis y colapso de la vida universitaria si no mejoraba su presupuesto.

El rector, que ganó hace justamente un año las primeras elecciones con una candidatura alternativa a la oficial a la anterior rectora, Eva Ferreira, ha recordado que tomó posesión escuchando al lehendakari, Imanol Pradales, la palabra “ambición” para mejorar la Universidad pública. Y, desde la “colaboración” y mano tendida, ha presentado un plan “progresivo” para ganar en recursos a medio y largo plazo. Eso sí, ha avisado de que las mejoras económicas “aritméticas” no son bastantes, que se necesita algo “geométrico”. No ha negado que las posturas estás “muy alejadas” con las del Gobierno.

Escuchada su intervención, que en el primer turno ha superado largamente el tiempo previsto en el reglamento, el PNV ha recordado que nunca “en veinte años” había subido tanto el presupuesto para la EHU. Según la parlamentaria Ainara Zelaia, Bengoetxea, que ha estado acompañado por la vicerrectora Estitxu Garai, y por el gerente, Javier Varona, está en “posiciones maximalistas”. Y ha recomendado a la EHU “calma y diálogo sosegado” y no operar “a golpe de rueda de prensa”. El rector había comparecido ante los medios de comunicación horas antes de la sesión parlamentaria y Zelaia se lo ha reprochado dos veces, tantas como turnos de palabra ha tenido.

El PSE-EE, el otro socio del Gobierno, ha cerrado filas. Patricia Campelo ha pedido “superar la tensión” entre Universidad y Ejecutivo y ha avisado de que poner el “foco mediático” en los problemas ofrece una mala imagen “a quienes van a enviar a sus hijos” a estudiar allí. “No me gusta en absoluto”, ha añadido.

Desde la oposición, Ander Goikoetxea ha apuntado que es “habitual” que los rectores pidan más recursos -sobrevuela que también lo hacía Pérez Iglesias en ese cargo-, pero ha asegurado que no lo es tanto que se plantee un plan concreto. Asimismo, ha recordado que en la Cámara hay una mayoría y que es a ella a la que corresponde dar una respuesta. El PP, por boca de Muriel Larrea, ha denunciado que no se permita a la EHU “gestionar con ambición” y ha señalado que las reivindicaciones económicas parecen razonables. Desde Sumar, Jon Hernández ha considerado oportuno hacer frente a la “infrafinanciación”.

Antes de la comparecencia en el Parlamento, Bengoetxea ya se había reunido en privado con el consejero Pérez Iglesias con el ánimo de desinflamar la crisis abierta. El propio Pérez Iglesias había llegado a escribir en su 'blog' un comentario en el que deslizaba que el rector, exviceconsejero con EA, partido ahora integrado en EH Bildu, tenía fines políticos en sus reclamaciones. Ahora, el Gobierno de Pradales “quiere creer” que eso no es así, a la luz de las explicaciones ofrecidas por el propio Bengoetxea públicamente. “Quedamos en seguir hablando”, ha afirmado sobre el asunto de la EHU el consejero.

Eso sí, Pérez Iglesias ha añadido claramente que no se puede interpretar la normativa estatal como que la EHU tiene que recibir un 1% del PIB en recursos, lo que duplicaría su presupuesto actual. “Lo voy a desmentir. Lo he hecho muchas veces, pero hasta ahora parece que ha sido inútil”, ha llegado a bromear con los periodistas. El PNV ha insistido que la aportación prevista para 2026 es de 426 millones de euros, 339 de aportación ordinaria, 43 del contrato-programa y 25 de un plan interanual, a los que suman 19 en complementos retributivos del profesorad.

Por otro lado, en respuesta a una pregunta del PP, el rector ha informado de que “esta misma mañana” de miércoles ha sufrido “insultos y amenazas”. Se ha mostrado “preocupado” por “el tema de las protestas y el clima de libertad” en los campus. “Es realmente preocupante”, ha zanjado.