El “sí o sí” se acerca ya al “no” al Guggenheim en Urdaibai: las instituciones y el PNV valoran renunciar al proyecto

El “sí o sí” está a punto de pasar a ser “no es no”. A semanas de finalizar el período de reflexión de dos años que se dieron el patronato del Guggenheim de Bilbao y que implicaba una paralización 'de facto', las instituciones para analizar la “viabilidad” del plan de construir una nueva pinacoteca en Urdaibai con dos sedes, Gernika y Murueta, hasta tres fuentes consultadas por este periódico coinciden en resaltar las “dificultades” de un proyecto que, hasta hace no tanto, era la bandera electoral de la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y un compromiso “blindado” de su antiguo compañero en el Gobierno foral y ahora lehendakari, Imanol Pradales. La decisión definitiva llegará a finales de este 2025 o, como muy tarde, a comienzos de 2026.

La primera información en este sentido la ofreció este fin de semana 'El Correo', que forma parte del patronato. “A nadie se le esconde que hay dificultades técnicas y administrativas. Hay que tomar una decisión”, confirma una fuente institucional sobre el futuro del Guggenheim de Urdaibai, la única reserva de la biosfera de la comunidad autónoma. También está guardada en un cajón la propuesta de PNV y PSE-EE de que el Parlamento Vasco crease una ponencia para analizar la revitalización de la comarca de Busturialdea desde punto de vista integral.

Fue a comienzos de 2024 cuando, tras una reunión en Ajuria Enea entre el entonces lehendakari, Iñigo Urkullu, y la diputada general, Etxanobe, se anunció esta reflexión de dos años, que en puridad se había acordado semanas antes, a finales de 2023. Etxanobe accedió al cargo a mediados de ese mismo año y, en su campaña, abanderó el “sí o sí” al nuevo Guggenheim, lo mismo que José Luis Bilbao hace algunas legislaturas con otro plan similar que nunca vio la luz. De hecho, tras la comparecencia con Urkullu, que nunca presupuestó un euro para este proyecto, el PNV -que acababa de apartarle de la candidatura de las autonómicas- matizaba mucho las posibles dudas a la “viabilidad” que pudieron surgir e insistía en que era un “buen proyecto”.

El nuevo Guggenheim surgió años antes, en 2021. Entonces se rescató la idea enterrada años atrás por la mezcla de la crisis económica y de la llegada del PSE-EE a Ajuria Enea. De las colonias de Sukarrieta se pasó, eso sí, al astillero aún en uso de Murueta y a la antigua Cubiertos Dalia de Gernika, un espacio industrial contaminado. El alcalde de Gernika, José María Gorroño, llegó a expresar su deseo de que el 'Guernica' de Pablo Picaso, un símbolo del bombardeo nazi de 1937, pudiera ser expuesto en el nuevo espacio, con dos sedes unidas por una vía verde. El PNV arrancó al Estado 40 millones. Ese dinero, según fuentes forales, es independiente del museo y se ejecuta ya para la descontaminación de suelos y del acuífero de la vieja cubertera. Pradales, eso sí, “blindó” otros 40 de la propia Diputación.

Es más, en su programa de las autonómicas de 2024 venía este párrafo: “Impulsaremos, junto con la Diputación Foral de Bizkaia, el Museo Guggenheim Urdaibai, el cual expandirá el actual funcionamiento expositivo, cultural y educativo del Museo Guggenheim Bilbao mediante un innovador modelo de integración que combinará producción artística, ecología, tecnología, conectividad social e investigación”. Y, en el acuerdo de coalición firmado con los socialistas, se apuntaba lo siguiente: “Tomar en consideración el marco del olan para la reactivación de la comarca Busturialdea-Urdaibai y las actuaciones medioambientales recogidas en el acuerdo con el Ministerio de Transición Ecológica, para avanzar en el proyecto Guggenheim Urdaibai en el seno del Patronato del Museo Guggenheim Bilbao y en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia”. En el primero de sus dos viajes oficiales a Estados Unidos, Pradales visitó a la matriz en Nueva York de la fundación Solomon R. Guggenheim. También dijo, en Telebilbao, que Urdaibai “no es una reserva india” y que el proyecto era “bueno” para la comarca. En el caso de Euskadi, Miren Arzalluz ha relevado al veterano Juan Ignacio Vidarte al frente de la pinacoteca de Bilbao en este tiempo.

El proyecto ha generado una importante movilización ciudadana. Los lehendakaris juran el cargo en Gernika y a Pradales le recibieron con pancartas de “Más humedales y menos Pradales”, en referencia a este plan. Ha habido una manifestación multitudinaria en este bienio y numerosos actos. El asunto está también judicializado y las instituciones asumen que eso también podría llegar a demorar “diez o doce años” todo el proyecto. El contencioso más relevante es el de Greenpeace y otros grupos ecologistas locales a la flexibilización de la normativa estatal de Costas. El asunto está en la Audiencia Nacional.

Las instituciones activaron, igualmente, un proceso de escucha. Lo gestiona el Agirre Lehendakari Center, vinculado a la figura del lehendakari Juan José Ibarretxe. No ha terminado su prospección, pero en verano emitió un informe provisional. La subsede de Murueta generaba un rechazo “transversal” incluso entre los que no se oponen a proyectos culturales, se concluyó. Medio millar de personas han participado en este formato. Las instituciones, sin embargo, insisten en que no han sido las protestas el motivo de cuestionar el proyecto. Remarcan que el proyecto de Bilbao, inaugurado en 1997, ya concitó oposición y que ha sido todo un éxito y mucho más allá del plano artístico. Aluden a “dificultades reales” de tipo jurídico y a que la “viabilidad” del plan no está garantizada.