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El proceso de escucha de las instituciones sobre el Guggenheim de Urdaibai cuestiona la ubicación de Murueta

La ría de Urdaibai en Murueta, donde se ubicaría la segunda sede del proyecto

Maialen Ferreira

Bilbao —

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Los 500 vecinos que han participado en el proceso de escucha impulsado por el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia sobre el nuevo Guggenheim en la comarca de Busturialdea-Urdaibai han determinado que no se niegan a albergar nuevas infraestructuras culturales, pero rechazan la idea de hacerlo en Murueta. “A pesar de que no hay una oposición frontal a la posibilidad de desarrollar nuevas infraestructuras culturales, la ubicación en Murueta genera rechazo de manera transversal en diferentes perfiles y se ha convertido en un punto de fricción simbólica, cargado de valores ambientales, históricos y emocionales para la comunidad”, recoge el primer informe llevado a cabo por Agirre Lehendakaria Center -un organismo a cuyo frente está el lehendakari Juan José Ibarretxe- y la Universidad de Columbia de Nueva York, que concluye que “repensar la localización, dimensión y naturaleza de las posibles ubicaciones del museo permitiría reiniciar el debate”.

El informe describe a Murueta, donde las instituciones piensan ubicar parte del museo junto con la antigua Cubiertos Dalia de Gernika, no solo como un lugar físico, sino como “un espacio simbólico cargado de significados colectivos”. “Las 945 hectáreas del humedal combinan orgullo territorial, memoria histórica, sensación de agravio por el abandono institucional y narrativas de protección del humedal. No es solo un entorno natural, ahora es también un símbolo identitario y político. La intervención en un espacio así requiere comprender su triple dimensión: material (humedal y terrenos contaminados), discursiva (narrativas de reserva protegida o de imposición) y afectivo-simbólica (atmósferas de desconfianza o resistencia). Estas dimensiones crean un ambiente colectivo que impide un debate constructivo si no se reconoce su complejidad”, indica el documento presentado este miércoles por Gorka Espiau.

Tras las entrevistas realizadas en un proceso de escucha que comenzó en febrero de este año, los ciudadanos argumentan que no sienten una participación real en la toma de decisión. Se les informa o consulta, pero su voz no transforma los resultados. “La verdadera transformación exige escalar hacia modelos de asociación o poder ciudadano, donde no solo se informa o consulta, sino que se comparte poder de decisión, en un ejercicio genuino de gobernanza colaborativa. En resumen, Murueta es un lugar cargado de atmósferas afectivas y simbolismo colectivo. Abordarlo únicamente como un emplazamiento técnico o turístico no reconoce su densidad material, discursiva y emocional”, señala el informe.

Las voces contrarias a la instalación del museo en la comarca solicitan un nuevo modelo de turismo y soluciones concretas a los problemas de vivienda y transporte que genera el modelo actual. “Todas las narrativas coinciden en que durante los últimos diez años ha cambiado la manera en la que la sociedad vasca entiende el valor del turismo, no solo en Urdaibai. Si hace una década atraer visitantes a una comarca en desarrollo era interpretado positivamente, en la actualidad existe una visión mucho más crítica sobre los impactos reales que genera. Lo que antes era sinónimo de prosperidad, hoy genera dudas y resistencias por su impacto directo en vivienda, movilidad, servicios y cohesión social”, adelanta.

Por otro lado, los testimonios de personas más especializadas en las industrias culturales demandan mayor claridad y definición del proyecto museístico. “Consideran que se ha presentado el continente, pero se ha hablado poco del contenido y de la pertinencia de una nueva infraestructura de estas características. Las personas entrevistadas hasta el momento muestran una necesidad de identificarse con el proyecto, así como de ligarlo a su identidad. En opinión de estos sectores, la especialización en arte y naturaleza no debería estar reñida con una mayor presencia del arte contemporáneo vasco de vanguardia”, recoge.

A modo de conclusión, el informe sostiene que, a pesar de las diferencias y matices, todos los testimonios tienen en común el desarrollo humano sostenible. “Las personas que llevan décadas trabajando en el impulso de la reserva de la biosfera consideran que se ha producido una evolución muy positiva en la comarca. Anteriormente se veía la declaración de reserva de la biosfera como un posible freno al desarrollo económico y esta narrativa ha evolucionado positivamente. Hoy en día, encontramos opiniones a favor y en contra de la ampliación del museo, pero por encima de narrativas diferentes existen patrones comunes y los argumentos que se utilizan para construir estas narrativas son similares: es necesario combinar una protección especial del entorno (por su carácter de reserva natural) con el desarrollo socioeconómico de la zona, debemos apostar por un modelo de turismo que tenga en cuenta los impactos negativos que genera, especialmente en la calidad del empleo, el impacto directo en la subida de los precios de la vivienda y en la saturación de los sistemas de transporte. Existe un gran consenso sobre esta cuestión y hasta la fecha, es muy destacable que no hayamos recogido ninguna narrativa negacionista sobre el cambio climático o que se posicione fuera del marco de valores asociado al desarrollo humano sostenible”, indica el documento.

Cinco patrones sobre el Guggenheim de Urdaibai

En el proceso se han encontrado cinco tipos de posicionamiento diferentes o patrones, como los nombran en la investigación. El primero son quienes están totalmente en contra. “Su principal objetivo es evitar que se lleve a cabo este proyecto y considera que la discusión debe centrarse en esta cuestión más allá de que haya otros temas relevantes relacionados con el desarrollo de la comarca. Aunque en las interpretaciones colectivas le hemos asignado una edad y una profesión ficticia para humanizarlo, dentro de este mismo patrón confluyen diferentes generaciones, género, ocupaciones o incluso ideologías y posiciones políticas. Sus argumentos son contundentes: la posible ubicación del museo en el humedal de Murueta no respeta la legislación vigente, no existe información suficiente sobre el proyecto y las decisiones se han tomado en contra de la voluntad de la ciudadanía”.

El segundo patrón lo componen las personas que están en contra de la ampliación, pero a favor del desarrollo de la comarca. “Este segundo patrón se opone también a la ampliación del museo, pero considera que es necesario centrar la discusión en el desarrollo de la comarca. Es una cuestión de prioridad o urgencia. Este patrón también es compartido por diferentes ideologías, géneros y generaciones. Las narrativas recogidas en este patrón consideran que Urdaibai está estancada y en declive. A pesar de conocer las propuestas que se están impulsando por las instituciones en el marco del nuevo Plan Estratégico de la comarca y la declaración de zona de actuación prioritaria (ZAP), consideran que la inversión económica es insuficiente, la discusión ha sido superficial y limitada a los agentes menos críticos”.

El tercer patrón está a favor de una posible ampliación del museo. “Su principal argumento es que hay que tomar la iniciativa ante una situación de declive. En su opinión, las instituciones tienen la responsabilidad y la legitimidad democrática para plantear iniciativas tractoras y disruptivas y, aunque son conscientes de que pueden surgir críticas, argumentan que siempre se cuestiona lo nuevo, hasta que funciona. El cuarto patrón, por su parte, no tiene una posición totalmente definida y representa a personas que en función del desarrollo de la iniciativa, se posicionaría a favor o en contra de la ampliación del museo. Por último, el quinto patrón representa principalmente a aquellas personas que expresan impotencia, desafección y escepticismo respecto a los procesos participativos e institucionales.

El proceso de escucha no es vinculante, ya que corresponderá a las instituciones valorar los resultados y comunicar sus impresiones y posibles actuaciones futuras. “El enfoque de escucha profunda no reemplaza la decisión, pero ofrece la base para diseñar políticas públicas que se sostengan en el tiempo porque hacen un esfuerzo especial por entender los marcos de sentido de la ciudadanía. En un nivel más profundo, este debate nos permite hablar de qué modelo de desarrollo queremos para la comarca (y para el conjunto de Euskal Herria) y cómo deben activarse los procesos de gobernanza colaborativa con una fuerte perspectiva comunitaria”, concluye el documento.

A partir de ahora, el proceso continúa con más testimonios, hasta alcanzar los 1.000 e incorporar con ello a voces que aún no están suficientemente representadas, como personas jóvenes, personas mayores, personas migradas, pescadores y profesionales de la hostelería, entre otros colectivos. También se comprobará si hay cambios en los discursos dominantes entre agosto y diciembre y si emergen nuevos discursos vinculados a los acontecimientos relacionados con el proyecto de ampliación del museo.

Antes de final de año, Agirre Lehendakaria Center en colaboración con AC4-Columbia University celebrarán un seminario con expertos internacionales para contrastar resultados preliminares y enriquecer el análisis con nuevas perspectivas. Por último, llevarán a cabo la presentación del informe final a principios de 2026 con los principales hallazgos recogidos en 2025.

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