Monago mantiene el torneo de pádel en el Anfiteatro pese a que las ruinas del monumento no están consolidadas

No hay marcha atrás, las ruinas del Anfiteatro romano serán un campo de pádel. El Gobierno de Monago no hace caso a las voces contrarias que le piden que se busque otro sitio. La vicepresidenta de la Junta ha confirmado que el campeonato se queda allí, en las ruinas romanas. Sin embargo las fuentes consultadas por este diario confirman el permiso es solo verbal, no hay una autorización firmada para montar el evento, que inicialmente querían instalar en el Teatro Romano de Mérida.

Movimientos sociales y todos los partidos de la oposición en bloque han pedido a Monago que recapacite. Entienden que el evento puede poner en peligro una de las joyas de la Mérida romana por un antojo político. En contra la Junta de Extremadura entiende que se trata de una oportunidad para la “promoción universal” de la ciudad.

Sus argumentos no convencen a muchos amantes de la cultura clásica, que contemplan con estupor las intenciones del PP de montar una estructura de gran tonelaje de peso con pistas, mamparas, graderío, entre otros elementos, etc., y sobre un lugar muy sensible.

Sus detractores piden a Monago simplemente que se busque otro sitio. Varias campañas ciudadanas están firmas en contra del torneo en el portal ‘change.org’ en menos de 48 horas en contra del torneo en las ruinas romanas.

En el mundo de la arqueología también son muchos quienes piensan que se trata de una idea peregrina que no respeta el patrimonio. Este es el caso de Asociación Hispania Nostra. El vicepresidente ejecutivo de Hispania Nostra, Carlos Morenés, ha transmitido a eldiarioex su malestar y ha tachado el torneo de pádel como un “disparate que hay que parar”, por el bien del patrimonio de la humanidad. Advierte de que en un espacio histórico así no resulta ni congruente ni lógico montar un evento deportivo multitudinario, y más si se valoran los riesgos que se corren.

Y es que pone de manifiesto que el monumento podría correr un riesgo “gravísimo”. Se trata de un espacio muy sensible que soportaría una estructura metálica de gran tonelaje, más el impacto del peso de todo el público.

Comparte esta idea Pedro Mateos, antiguo director del Consorcio y miembro del Instituto de Arqueología de Mérida, un órgano que pertenece al CSIC y la Junta. En declaraciones a eldiarioex denuncia que el espacio del Anfiteatro romano, a diferencia del teatro, no está consolidado. Los trabajos de restauración del monumento no han terminado y por lo tanto el conjunto arqueológico es muy sensible a los impactos externos.

El Anfiteatro, un majestuoso marco que ha aguantado el paso de los siglos, goza del máximo nivel de protección, pero a diferencia del Teatro Romano, donde se representan obras de teatro todos los veranos, no guarda las medidas de seguridad mínimas, según explica. La diferencia está en que las ruinas del teatro están cubiertas por una capa de fibra de vidrio que las protege, y el anfiteatro no.

La independencia del Consorcio, en cuestión

La Junta ha reforzado su postura enviando un comunicado que dice que los profesionales del Consorcio Ciudad Monumental de Mérida, un ente público encargado de velar por la integridad del patrimonio, apoyan el evento. Justifica en este comunicado que la celebración del World Pádel Tour el próximo mes de mayo en el Anfiteatro Romano de Mérida cumple todas las medidas preventivas y de seguridad.

Los arqueólogos consultados por este medio, que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, se muestran convencidos de que la instalación del torneo en el Anfiteatro ha sido una decisión completamente política, en la que la opinión del Consorcio ha sido secundaria. Según explican el ente público, que depende de la Junta, el ayuntamiento y el Estado (los tres organismos del PP) ha tenido que asumir sin más las “órdenes de arriba”.

El mismo argumento defiende el exalcalde de Mérida, y portavoz de SIEX, Antonio Vélez, que piensa que el ente público se ha visto obligado a dar el visto bueno a un macro evento así “por puro capricho político”. Al mismo tiempo tacha la medida como “pura propaganda mediática y electoralista”.

Otra de las voces más críticas ha sido el concejal de IU Álvaro Vázquez, que señala igualmente que el evento vulnera las normas de utilización de los espacios monumentales, según el propio acuerdo de la Comisión Ejecutiva del Consorcio “Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida”, encargado de velar por el legado.

Según explica Álvaro Vázquez, la normativa interna del ente que protege el conjunto arqueológico indica que solo se pueden autorizar eventos que tengan un contenido predominantemente cultural, que no afecten ni puedan poner en peligro la debida conservación de los monumentos, y que no impidan el acceso a los visitantes en el horario público de visita“.

El Consorcio Ciudad Monumental lo defiende

El comunicado emitido por el gobierno de Monago aclara que el pasado 11 de febrero la Comisión Ejecutiva del Consorcio aprobó por unanimidad de los representantes de las seis instituciones públicas que integran este órgano la prueba. “Un visto bueno supeditado al cumplimiento de todas las normas de conservación exigidas por el Consorcio”.

Argumenta que entre las normas establecidas figura que las gradas supletorias no van ancladas ni recostadas en las gradas originales del monumento, tal y como están asegurando personas ajenas a este proyecto. De hecho, las gradas supletorias estarán en la arena del anfiteatro, adaptándose a la forma del monumento y es ahí donde tendrán sus puntos de apoyo. Su altura máxima, de dos a dos metros y medio, respeta la visual del graderío original que en todo momento quedará libre de gradas superpuestas.

Además, la pista deportiva se instalará en el foso de la arena, pero sobre un escenario que restablezca la cota de uso del suelo del Anfiteatro y todas las intervenciones serán reversibles. También se prescindirá de la publicidad propia de estos eventos dentro del recinto monumental.

Por su parte, el público accederá por los vomitorios que se utilizan en la actualidad y que están perfectamente acondicionados, al igual que todas las zonas de paso que serán habilitadas con las máximas garantías de seguridad y señalización. “Todos los espacios de gradas romanas que no están restaurados actualmente quedarán fuera del acceso del público”.

Además, la maquinaria pesada tiene vedado el acceso, por lo que el material necesario se instalará por medio de una grúa que será instalada fuera de la muralla romana. Todos los trabajos de montaje y desmontaje se llevarán a cabo bajo la supervisión de los técnicos del Consorcio.