Baltar pide “civismo” en la Vuelta y le viene de ídem: “Civismo es respetar el código de circulación, Fitipaldi”

Desde que la Vuelta a España entró el domingo en Galicia, el PP gallego está haciendo causa contra las protestas de las entidades propalestinas que, este martes, lograron cortar la carrera a ocho kilómetros de su llegada. Esa situación provocó la queja del presidente de la Xunta en la red social X: “Las protestas siempre son legítimas cuando son pacíficas, no cuando ponen en riesgo la seguridad de los ciclistas y del público”. Un lamento al que se sumó el senador Manuel Baltar, condenado por el Tribunal Supremo por conducir a 215 kilómetros por hora: “El civismo debe ser siempre la bandera de Galícia en estos eventos y en toda ocasión. Las otras banderas...”. Con esos antecedentes, quedaba claro que los internautas no lo iban a dejar pasar así como así. “Su favorita es la bandera a cuadros de la Fórmula 1”.

“Estuvo usted rápido en su respuesta, pero no logró batir su récord personal”, reza el primer comentario. A partir de ahí, una larga cascada de reacciones que se pueden dividir en tres grandes grupos: los que ironizan con que un condenado por un delito contra la seguridad vial hable de “civismo” en la carretera, los que le echan en cara el genocidio impulsado por Israel y los que le recuerdan su pasado como heredero del clan Baltar y de sus prácticas de enchufismo en la Deputación de Ourense.

“Un kamikaze hablando de civismo”, “Baja marchas que vas muy acelerado, siempre por fuera de la ley”, “Civismo es respetar el código de circulación, Fitipaldi” o “Civismo es ir a 200 con el coche, Manoliño” son algunos de los ejemplos del primer grupo, en el que no faltan las alusiones a Dominic Toretto y Fast & Furious o, incluso, al bailarín Farruquito.

Otros usuarios de X le echan en cara que ignore el exterminio practicado por Israel en Gaza: “La bandera de un pueblo que está siendo vícitima de un genocidio es la bandera de la humanidad toda”; “Civismo ante un genocidio. Qué genialidad, a ver si te va a caer el pelo de tanto pensar” o le contestan con fotos de niños palestinos heridos con el texto: “El 'civismo' de callar ante esto”.

Y después, claro, están los que no olvidan el paso de los Baltar por la presidencia del partido y la Deputación en Ourense, un apellido que se convirtió en sinónimo de cacique —“pero cacique bueno”, que decía su padre— y de una forma de hacer política basada en el clientelismo y el enchufismo: “Mírame a ver si me puedes amañar un curre en la Diputación, Baltarín”; “Hombre, el pequeño de los Corleone” u “Hostia, vino el mafioso mayor del reino a hablar de civismo”, son otros ejemplos.