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El cruce de caminos de Bárcenas y Audasa

Corrupción, un goteo que mina la confianza y clama transparencia

Marcos Pérez Pena

Una de las pocas actividades económicas reconocidas por Luis Bárcenas al margen de sus responsabilidades como tesorero del Partido Popular es su relación con Autopistas del Atlántico (Audasa). Así lo hizo constar en la declaración de actividades que entregó en 2008 al tomar posesión de su escaño de senador popular por Cantabria. Y así figura también en los documentos de los bancos suizos en los que Bárcenas tenía depositados al menos 22 millones de euros. En uno y en otro lugar figura que Bárcenas era presidente del sindicato de obligacionistas de Autopistas del Atlántico (Audasa).

El 27 de febrero de 2002 la junta general extraordinaria de accionistas de Audasa acordó proceder a la emisión de bonos por un total de 180 millones de euros. Siguiendo el procedimiento previsto por la ley y tal como figura en el Boletín Oficial del Registro Mercantil del 11 de abril de 2002 “los tenedores de las obligaciones que se emitan formarán parte necesariamente del Sindicato de Obligacionistas, a cuyo efecto se desgina como Comisario con carácter provisional a don Luis Bárcenas Gutiérrez”.

Bárcenas ejerció durante años ese labor de gestión y representación de los poseedores de bonos de aquella emisión de 180 millones de euros. Así pues el tesorero del Partido Popular mantenía una relación estrecha con la empresa concesionaria y con la que las administraciones gobernadas por los populares, sobre todo el Gobierno central, tenían que negociar con frecuencia. Fue también en ese periodo cuando Bárcenas incrementó de forma notable su patrimonio, o al menos cuando lo declaró de forma legal ante la administración tributaria, justo en los años en los que el PP ocupó el Gobierno central. Bárcenas multiplicó por 3,5 su patrimonio entre 2002 y 2007, y por cuatro sus rentas en el mismo periodo.

Las relaciones entre la concesionaria de la AP9 y el poder político siempre fueron muy estrechas y con frecuencia existió un toma y daca en el que frente a las reclamaciones para que Audasa limitara el incremento del precio de los peajes o incluso liberara algún tramo de la autopista la empresa le reclamaba a la administración una extensión del periodo de concesión. El más importante de estos acuerdos tuvo lugar en el año 2000, gobernando José María Aznar y siendo ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos. A cambio de la prolongación de la autopista entre Fene y Ferrol y de que el tramo de enlace desde Rande hasta Puxeiros fuera gratuito los populares le concedieron a Audasa una prórroga de la concesión de 25 años, de 2023 a 2048.

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